lunes, 23 de abril de 2012

BAGAJE FAMILIAR


Publicado por Jose M. Luis 


La “Base”

El tema de las normas en casa es uno de los temas que más preocupan a los padres de hoy en día. Con la estructuración de las familias en la actualidad se están perdiendo algunos de los roles asignados a cada miembro de una misma unidad familiar. En mi opinión, uno de los mayores problemas de la escuela de nuestro tiempo es que se le sobrecarga de responsabilidad. Se pone todo el peso de la educación de nuestros hijos e hijas sobre ella. Teniendo en cuenta las carencias de las instituciones educativas en nuestro país, ya sea por falta de recursos, por falta de organización, o por falta de coordinación con las altas esferas políticas que dirigen nuestro sistema educativo, lo cierto es que los informes internacionales y nacionales indican que tenemos un grave problema con los centros educativos.

Para mi, como he dicho antes, no es un problema únicamente de las instituciones. Es más, considero que el problema está en la base, está en que los alumnos y alumnas no llegan con ninguna base a la escuela. Y cuando digo “base” no me refiero a conocimientos, puesto que creo que estas generaciones llegan más que sobradas de conocimientos. La “base” a la que yo hago referencia, es una base de comportamiento, de respeto. Si estas generaciones no respetan a sus figuras paternas, ¿cómo van a respetar a unos profesores que bastante hacen con inculcar contenidos y valores?

Por lo tanto, si queremos que el sistema educativo funcione, deberemos cambiar esta “base” de la que estamos hablando. La polémica sobre la severidad y rectitud de los profesores y maestros actuales, está servida. Vamos a hacer un ejercicio de reflexión y a recordar el trato que teníamos con nuestros maestros y profesores cuando nosotros éramos pequeños:

Los “profes”

Recuerdo ahora mismo que muchos de los “profes” de mi infancia eran Don o Doña. Es cierto que no ocurría con todos pero la con la mayoría utilizábamos estas formas de dirigirnos a ellos. Con muchos de estos además se daba la coincidencia que además se les tenía que hablar de usted. No recuerdo si realmente “se les tenía” que hablar de usted o es que era la forma que estábamos acostumbrados a utilizar. De hecho, en mi caso, yo hablaba de usted a todas las personas mayores. Y eso que mis padres no eran para nada “chapados a la antigua”, ni mucho menos, todo lo contrario. Actualmente es muy difícil encontrar a niños y niñas que se dirijan a los mayores de usted. No se si será la “tontería” de parecer mayores porqué nos hablen de usted, pero se está perdiendo.

El tono con que se hablaba a los “profes”, la forma de hablar con ellos, muy distinta a la que usábamos con nuestros compañeros. Eso también se está perdiendo. He visto a alumnos dirigirse a sus “profes” como si fueran sus colegas…

Todo esto es lo que no podemos permitir. No hay que debatir si hay que poner unos metros por encima a los maestros en clase, o si hay que introducir castigos de otras épocas. Es mucho más sencillo que eso, es cuestión de que los niños entiendan esa diferencia de trato. Si esa diferencia la traen ya en su “base” de casa, todo será más sencillo para todos.

Consejos:

Es imposible dar con la clave y poner aquí una receta mágica para conseguir unas buenas normas en casa. Lo que intentaremos es, como siempre, dar una serie de recomendaciones a modo de herramientas, que nos puedan servir a la hora de llevar adelante la relación con nuestros hijos.

Lo primero es que las NORMAS de casa, deberán ser eso, NORMAS DE CASA. Deben ser impersonales, es decir, no dictadas para nuestros hijos sino normas generales que todos los miembros de casa debemos cumplir. Es muy difícil inculcar a nuestros hijos en buenos hábitos, como puede ser el no fumar, si nosotros mismos no lo cumplimos. Suelo poner un ejemplo para entender esta impersonalidad: Una familia que conozco tiene en su hogar una norma que es la de no decir palabrotas en casa. Ellos hacen el esfuerzo de cumplirla y sus hijos no oyen una palabrota en su casa. Uno de sus hijos es ya más mayor (12 años) y seguramente, como dicen sus padres, en el colegio o con sus amigos, utilizará alguna palabrota. Pero en casa sigue respetándolo. Es más, según cuentan sus profesores, en clase a veces ha dicho alguna y automáticamente ha hecho algún gesto de sorprenderle a él mismo. Como les dije a sus padres, ya es un gran paso que este niño no diga palabrotas en casa, pero para ello es muy importante el EJEMPLO.

Otro consejo útil es la RESPONSABILIDAD. Cuando queramos inculcar algo a nuestros hijos, es muy importante hacerlos responsables de ese algo. Que ellos sientan la importancia de sus actos.

Por último, nombraremos el SENTIDO COMÚN. La típica frase que se utiliza de “no matar moscas a cañonazos” es muy gráfica. Los premios y castigos deben ir acordes con los actos. Se habla mucho del REFUERZO POSITIVO y muchos padres lo han entendido como NO CASTIGAR. Yo considero que no tiene que ver con eso. Es cierto que el castigo no es lo más adecuado, pero debemos usar el SENTIDO COMÚN y si el acto lo merece, habrá que emplearlo. En cuanto al PREMIO, hay que matizar que el premio no tiene porqué ser algo material. Muchos padres lo arreglan todo con un regalo. Los niños, tienen tantas cosas que no aprecian esos regalos. La mayoría de veces vendría mucho mejor el REFUERZO SOCIAL, una alabanza, un ratito de juego compartido, un “que bien!!!”, cosas así…

Algún día comentaré en este blog, algunos casos particulares de conocidos (siempre y cuando me den su beneplácito) y veréis la diferencia de herramientas que utiliza cada uno. Siempre bien, si se basan en el SENTIDO COMÚN.

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jueves, 19 de abril de 2012

La educacion debe estar dirigida a ayudar a los estudiantes a que lleguen a un punto en que aprendan por sí mismos

El objetivo de la educación: La deseducación


Filosofia Costa-Rica

Noam Chomsky critica el actual sistema de enseñanza. Frente a la idea de que en nuestras escuelas se enseñan los valores democráticos, lo que realmente existe es un modelo colonial de enseñanza diseñado para formar profesores cuya dimensión intelectual quede devaluada y sea sustituida por un complejo de procedimientos y técnicas; un modelo que impide el pensamiento crítico e independiente, que no permite razonar sobre lo que se oculta tras las explicaciones y que, por ello mismo, fija estas explicaciones como las únicas posibles.

Transcripción realizada por Luis Rivas para Rebelión

El objetivo de la educación

Podemos preguntarnos cuál es el propósito de un Sistema Educativo y, por supuesto, hay marcadas diferencias en este tema. Hay la tradicional: una interpretación que proviene de la Ilustración, que sostiene que el objetivo más alto en la vida es investigar y crear, buscar la riqueza del pasado, tratar de interiorizar aquello que es significativo para uno, continuar la búsqueda para comprender más, a nuestra manera. Desde ese punto de vista, el propósito de la educación es mostrar a la gente cómo aprender por sí mismos. Es uno mismo el aprendiz que va a realizar logros durante la educación y, por lo tanto, depende de uno cuánto logremos dominar, adónde lleguemos, cómo usemos ese conocimiento, cómo logremos producir algo nuevo y excitante para nosotros mismos, y tal vez para otros.

Ese un concepto de educación. El otro concepto es, esencialmente, Adoctrinamiento; algunas personas tienen la idea de que, desde la infancia, los jóvenes tienen que ser colocados dentro de un marco de referencia en el que acatarán órdenes, aceptarán estructuras existentes sin cuestionar, etc. Y esto resulta, con frecuencia, bastante explícito. Por ejemplo: después del activismo de los años 60, había mucha preocupación en gran parte de la gente educada, porque los jóvenes se estaban volviendo demasiado libres e independientes, que el país se estaba llenando con demasiada democracia. Y de hecho hay un estudio importante que es llamado «La crisis de la democracia», que afirma que hay ciertas instituciones de los jóvenes -la frase es de ellos- que no están haciendo su trabajo adecuadamente; se refieren a escuelas, universidades, iglesias, que tienen que ser modificadas para que lleven a cabo, con más eficiencia, esa idea, que, de hecho, proviene de liberales internacionalistas, de gente altamente educada.

En efecto, desde esos tiempos se han tomado muchas medidas para tratar de orientar el sistema educativo hacia uno provisto de mayor control, más adoctrinamiento, más formación vocacional, con estudios tan costosos que endeudan a los estudiantes y los atrapan en una vida de conformismo.

Eso es exactamente lo contrario de lo que yo describo como una tradición proveniente de la Ilustración. Y hay una lucha constante entre estos dos enfoques, en las universidades y escuelas. En las escuelas ciertamente se les entrena o para pasar exámenes o bien para la investigación creativa, entendiendo esta ultima como dedicarse a intereses que son estimulados por los cursos en los que se profundiza por cuenta propia o en cooperación con otros. Esta lucha se extiende también al posgrado o a la investigación.

Son dos maneras ver el mundo. Cuando uno ve las instituciones de investigación, como esta en la que estamos [Nota de Transcripción: MIT], observa que a nivel de posgrado se sigue esencialmente la idea de la Ilustración. De hecho la Ciencia no podría progresar a menos que esté basada en la inculcación del impulso por el desafío, por el cuestionamiento de doctrinas o de la autoridad, a través de la búsqueda de alternativas o del uso de la imaginación, con el trabajo cooperativo que aquí, en esta institución, es constante. Y para verlo, solo se necesita caminar por los pasillos.

Esto es lo que, desde mi punto de vista, debe ser un sistema educativo desde la educación preescolar.

Pero hay estructuras poderosas en la sociedad que prefieren ver a la gente adoctrinada y formateada sin que hagan muchas preguntas, siendo obedientes, realizar la función que se les ha asignado y no tratar de sacudir los sistemas de poder y autoridad. Son opciones que tenemos que elegir

sin importar nuestra posición en el Sistema Educativo, como profesores, estudiantes, o gente externa que trata de ayudar a darle forma, en la manera que ellos creen que debe hacerse.

El impacto de la tecnología

Ha habido ciertamente un crecimiento muy sustancial en nuevas tecnologías: de comunicación, información (acceso e intercambio) o en la naturaleza de la cultura de la Sociedad. Pero debemos tener en cuenta que los cambios tecnológicos que están ocurriendo, a pesar de ser significativos, no tienen, ni de lejos, el mismo impacto que los avances tecnológicos de hace alrededor de un siglo. El cambio, si hablamos sólo de comunicación, de una máquina de escribir a una computadora o del teléfono al correo eléctronico es significativo, pero no se puede comparar con el cambio de barcos de vela al telégrafo: la reducción en eI tiempo de comunicación, por ejemplo entre Inglaterra y los Estados Unidos, fue extraordinaria comparada con los cambios que están ocurriendo ahora. Lo mismo ocurre con otros tipos de tecnología: algo tan sencillo como el agua corriente y el alcantarillado en las ciudades tuvo enormes consecuencias para la salud; mucho más que el descubrimiento de los antibióticos. Los cambios actuales son reales y significativos, pero debemos reconocer otros que ocurrieron y cuyos efectos fueron mucho más drásticos.

En cuanto a la tecnología en la educación, debe decirse que la tecnología es algo neutro. Es como un martillo: al martillo no le importa si lo usas para construir una casa o si un torturador lo usa para aplastarle el cráneo a alguien. El martillo puede hacer ambas cosas. Es lo mismo con la tecnología moderna. Por ejemplo: internet es extremadamente valiosa si se sabe lo que se está buscando; yo la uso todo el tiempo en mi investigación. Si se sabe lo que se está buscando, si se tiene una especie de marco de referencia, que nos dirige a temas particulares y nos permite dejar al margen muchos otros, entonces puede ser una herramienta muy valiosa. Por supuesto, uno debe estar siempre dispuesto a preguntarse si el marco de referencia es el correcto: tal vez algo que encontremos cuestionará la forma en que vemos las cosas. No se puede perseguir ningún tipo de investigación sin un marco de referencia relativamente claro que dirija la búsqueda y que ayude a seleccionar lo que es significativo y lo que no lo es, Io que hay de que dejar de lado, a lo que hay que darle seguimiento, lo que merece ser cuestionado o desarrollado.

No se puede esperar que alguien llegue a ser, por así decirlo, biólogo, nada más con darle acceso a la biblioteca de biología de la Universidad de Harvard y diciéndole: "léela". Eso no le sirve de nada, y el acceso a internet es lo mismo: si no se sabe lo que se está buscando, si no se tiene idea de lo que es relevante, dispuestos a cuestionarse esta idea, si no se tiene eso, explorar en internet es sólo tomar al azar hechos no verificables que no significan nada.

Entonces, detrás de cualquier uso significativo de la tecnología contemporánea, como internet, sistemas de comunicación, gráficos o lo que sea, a menos que detrás de ese uso haya un aparato conceptual bien dirigido, bien construído, es poco probable que este resulte útil, y hasta podría ser dañino. Si se toma un hecho incierto aquí y otro allá y alguien los refuerza, terminamos con un panorama que tiene algunas bases objetivas, pero nada que ver con la realidad. Hay que saber cómo evaluar e interpretar para entender.

Volviendo a la biología, la persona que gana el premio Nobel no es la que lee más artículos y toma más notas; es la persona que sabe qué buscar. Cultivar esa capacidad para buscar lo que es significativo y estar siempre dispuesto a cuestionar si estamos en el camino correcto, de eso es de lo que debe tratar la educación, ya sea usando computadores e internet o lápiz, papel y libros.

Costo o Inversión

La Educación es discutida en términos de si es una inversión que vale la pena, de si genera un gran capital humano que puede ser usado en el crecimento económico, y esa es una manera muy extraña, muy distorsionada, de cuestionarse el tema, opino. ¿Queremos tener una sociedad de individuos libres, creativos e independientes capaces de apreciar y aprender de los logros culturales del pasado y contribuir a ellos? ¿Queremos eso o queremos gente que aumente el PIB? No es necesariamente lo mismo.

Una educación como aquella de la que hablaban Bertrand Russell, John Dewey y otros, tiene un valor por sí misma. Independientemente del impacto que tenga en la sociedad tiene un valor, porque ayuda a crear seres humanos mejores. Después de todo a eso es a lo que debe servir un sistema educativo.

No obstante, si se quiere ver en términos de costo y beneficio, tomemos por ejemplo la nueva tecnología de la que hablábamos: ¿de dónde viene? Bueno, pues mucha de ella fue desarrollada exactamente donde estamos sentados [Nota de Transcripción: MIT]. En el piso de abajo había un gran laboratorio en los años 50, donde fui empleado de hecho, y donde había muchos científicos, ingenieros, gente con todo tipo de intereses, filósofos y otros, que desarrollaron el carácter básico y aún las herramientas básicas de la tecnología que es común hoy día. Las computadoras e internet estuvieron exclusivamente en el sector público durante décadas, financiadas en lugares como este, donde la gente exploraba nuevas posibilidades; muchas de ellas eran impensables y desconocidas en ese momento, algunas funcionaron, otras no, pero las que funcionaron fueron convertidas en herramientas que la gente puede usar.

Esa es la manera como el progreso científico tiene lugar. Es la manera en la que el progreso cultural tiene lugar, generalmente.

Los artistas clásicos, por ejemplo, son el producto de las habilidades tradicionales que se desarrollaron a lo largo del tiempo con maestros artistas, y a veces con su ayuda se crearon cosas maravillosas.

Todo eso no sale de la nada. Si no existe un sistema cultural y educativo activo, enfocado en la estimulación de la exploracion creativa, con independencia de pensamiento, con disposicion a cruzar fronteras para desafiar las creencias aceptadas... si no se tiene eso, no obtendremos la tecnología que lleva a obtener beneficios económicos. Beneficios, sin embargo, que no creo que sean el objetivo principal del enriquecimiento cultural y la educación.

Evaluación vs. Autonomía

Ha habido, en los últimos tiempos particularmente, una estructuración cada vez mayor de la educación, que comienza a temprana edad y contínúa luego, y que funciona a través de exámenes.

Pasar exámenes puede ser de alguna utilidad tanto para la persona que está pasando el examen -para comprobar cuánto sabe, lo que ha logrado, etc- como para que los instructores se den cuenta qué es lo que hay que cambiar, mejorar, en el desarrollo del curso. Pero más allá de eso no dicen mucho.

Lo sé por mi experiencia de años, he estado en comités de admisión a programas de posgrado avanzado, tal vez uno de los programas más avanzados del mundo, y sí, desde luego, ponemos atención a los resultados de exámenes, pero realmente no mucha. Una persona puede tener resultados magníficos en todos los exámenes y entender muy poco. Todos los que hemos pasado por escuelas, colegios, universidades, sabemos eso. Se puede estar inscrito en un curso que no nos interesa para el que existe el requerimiento de pasar un examen, y se estudia para el examen, se logra pasarlo con la mejor nota y, dos semanas más tarde, no nos acordamos de mucho. Estoy seguro que todos hemos tenido esa experiencia.

Los exámenes pueden ser una herramienta útil si contribuyen a los fines constructivos de la educación, pero si sólo se tratan de una serie de obstáculos que hay que superar pueden no tanto carecer de sentido como distraernos de lo que queremos hacer. De hecho veo esto frecuentemente cuando hablo con profesores: hace un par de semanas estaba yo hablando con un grupo que incluía profesores de escuela y había una profesora de 6º grado, es decir, con alumnos de 10 a 12 años, que vino a hablar conmigo luego y me dijo que en su clase una niña le contó que estaba realmente interesada en un tema: le pedía consejo para aprender más al respecto, pero la maestra se vio obligada a decirle que no podía hacer eso, porque la niña debía estudiar para un examen a nivel nacional que se acercaba y que eso iba a determinar su futuro; la profesora no lo dijo, pero también iba a determinar el de ella, es decir, eso influiría para que la contrataran de nuevo.

Ese sistema no es sino una preparación de los niños para pasar obstáculos, no para aprender, entender y explorar. Esa niña hubiera ganado mucho más si se le hubiera permitido explorar lo que le interesaba y tal vez no sacar una muy buena calificación en un examen de algo que no le interesaba.

Buenas calificaciones vienen por sí solas si el tema coincide con los intereses y preocupaciones del alumno. No digo que los exámenes deban eliminarse, pueden ser una herramienta educativa útil. Pero complementaria, algo que ayude a los estudiantes a mejorar por sí mismos, o para los instructores u otros que necesitemos saber acerca de lo que hacemos e indicarnos lo que debemos modificar.

Pasar exámenes no se puede ni comparar con buscar, investigar, dedicarse a temas que nos atraen y nos estimulan; esto último es mucho más práctico que pasar exámenes. Y, de hecho, si se nos da la oportunidad de este tipo de carrera educativa, el estudiante recordará lo que descubrió.

Un físico mundialmente famoso, aquí en el MIT daba, como muchos catedráticos, cursos a estudiantes nuevos. Un estudiante le preguntó qué temas se iban a cubrir durante el semestre y su respuesta fue: "No importa lo que se cubre, sino lo que se descubre". Y es correcto: la Enseñanza debe inspirar a los estudiantes a descubrir por sí mismos, a cuestionar cuando no estén de acuerdo, a buscar alternativas si creen que existen otas mejores, a revisar los grandes logros del pasado y aprenderlos porque les interesen.

Si la Enseñanza se hiciera así los estudiantes sacarían provecho de ello, y no sólo recordarían lo que estudiaron sino que lo utilizarían como una base para continuar aprendiendo por sí solos.

Una vez más: la educacion debe estar dirigida a ayudar a los estudiantes a que lleguen a un punto en que aprendan por sí mismos, porque eso es lo que van a hacer durante la vida, no sólo absorber información dada por alguien y repetirla.

martes, 17 de abril de 2012

LA DESTRUCIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO ESTADOUNIDENSE

Hacerse con sus fondos, aterrorizar a los profesores y enviar a los niños a otra parte. Como destruir el sistema educativo

Elizabeth Walters · · · · ·


Las respuestas a esta pregunta – y las perspectivas respecto a la calidad actual de la educación pública en Estados Unidos- son tan variadas e individualizadas como los 55 millones de estudiantes de la escuela pública de este país. Recientemente los legisladores de Luisiana, así como los de muchos otros estados, han intentado mejorar el clima educativo de su estado. Tienen buenas razones para hacerlo – la Fundación Annie E. Casey sitúa sistemáticamente a Luisiana en 49º lugar (gracias Mississippi) en su evaluación del proyecto Kids COUNT [los niños cuentan] que sirven para evaluar la calidad de vida de los niños en cada estado y que se basan en medidas que comprenden índices de educación.

Como profesora de una escuela pública de Luisiana pienso que hay muchas formas de mejorar las escuelas públicas aquí y he oído expresar los mimos sentimientos a mis colegas durante un rally en el exterior del Capitolio en Baton Rouge durante el debate legislativo la semana pasada (4 Abril). Es obvio que una de las mejores maneras de mejorar la educación pública sería asignar más recursos a las escuelas públicas – para mejorar la tecnología, para expandir las oportunidades profesionales y de desarrollo de los profesores, para comprar libros de texto modernos y todo tipo de material asociado a una buena educación. Quizá una de las mejore maneras de mejorar la educación pública sería flexibilizar la relación que ciñe la evaluación escolar del estudiante a la preparación de test y en su lugar permitir a los profesores instruir a los estudiantes en el tipo de unidades basadas en proyectos, tal como preconiza la investigación pedagógica, así como en la habilidad para el pensamiento crítico que no puede medirse rellenando cuadros – el tipo de libertad académica que se ensalza en las “charter schools” (escuelas subvencionadas) pero que se restringe en las escuelas públicas tradicionales.

Quizás lo más importante y una de las mejores formas de mejorar la educación pública sería poner remedio a los factores que están más allá del control de los profesores y que afectan a las aptitudes de los estudiantes para aprender. Son algunos de los mismos factores que llevan al angustioso ranking del Kids COUNT - desempleo, pobreza, violencia, tasas de criminalidad, inestabilidad familiar, hambre infantil, acceso al sistema sanitario.

No, no y no, según los políticos. Al fin y al cabo ¿qué saben de educación los profesores? Los profesores de la escuela pública son, según la mayoría de los miembros del Senado que testificaron, parte del problema, no la solución, por la tanto es mejor seguir las recomendaciones de los no-educadores para mejorar las escuelas. La filosofía de la legislación aprobada la semana pasada es un eco de las filosofías pro escuela privada o subvencionada de figuras distintivamente no locales, tan diversas como la de la ex responsable, y anti-sindicatos, del Departamento de Educación de Washington D.C. Michelle Rhee (cuyo antiguo distrito está actualmente metido en un escándalo de estafa), los megaricos y todopoderosos republicanos los Hermanos Koch, y más significativamente, El American Legislative Exchange Council. (ALEC, un centro de pensamiento conservador que ensalza la ausencia de gobierno y el libre mercado, organiza grandes mítines en los que distribuye a los políticos leyes ficticias que pueden personalizar y adaptar en sus respectivos Estados; su influencia es clara en algunas de las leyes de enseñanza de Luisiana). Se ha propuesto una legislación parecida en otros Estados a través del país, en especial en legislaturas que, como Luisiana, son ampliamente republicanas, por lo que profesores y demás interesados en la educación pública harían bien en prestar atención a lo que está sucediendo aquí. Según los expertos de Baton Rouge nuestras mejores esperanzas de mejora se basan en los siguientes principios:

- Las escuelas subvencionadas son siempre mejores que las escuelas públicas tradicionales, digan lo que digan los datos.

- Las escuelas subvencionadas, que reciben fondos públicos pero que generalmente gozan de libertad académica, son alabadas como un medio de soslayar las sofocantes regulaciones burocráticas que pueden obstaculizar a las escuelas públicas tradicionales. El por qué a otras escuelas públicas no se les permite escapar del laberinto reglamentario nunca ha estado claro y la nueva legislación no hace nada para aclarar la situación mientras que otorga a las subvencionadas algunos de los fondos que se habían reservado para las escuelas públicas.

En realidad, el éxito de las subvencionadas no está ni mucho menos demostrado. Según un estudio de la Universidad de Stanford estudiar en una escuela subvencionada es un indicador “negativo y significativo” de los pobres resultados en lectura y matemáticas de los estudiantes pobres de Luisiana. Las escuelas subvencionadas de Nueva Orleans, una ciudad que se ha convertido en modelo de incubadora de subvencionadas a partir de los años del huracán Katrina, están en el punto de mira por no aceptar y no prestar la debida atención a los estudiantes con necesidades especiales. Hace cuatro años una de las nuevas subvencionadas más alabadas de New Orleans era la Sojourner Truth Academy, una escuela basada en los ideales hermanos de justicia social y éxito académico, que fue fundada por Channa Cook, una joven y optimista educadora de California que fue alabada, entre otros, por NPR y The Christian Science Monitor. Por lo que se ve la alabanza fue algo prematura. En Noviembre, el consejo de administración de la escuela anunció que, debido a los bajos resultados de los test cerraría al final de este año y, la semana pasada, el Times-Picayune informó de que se estaban cuestionando las prácticas contables de la escuela. Cook se marchó el pasado verano, no permaneciendo ni siquiera lo suficiente para ver a los primeros (y únicos) graduados de su escuela terminar sus estudios secundarios.

Algunos de los más cínicos de las escuelas subvencionadas, en el rally del Capitolio eran un grupo de estudiantes de escuelas públicas de Nueva Orleans. Su escuela, la John McDonogh High School pasa a ser una subvencionada el año que viene.

“Nos prometieron que la mitad de nuestros profesores regresarían el año que viene, pero solo tomaron a tres de ellos”, dice Erick Dillard, el presidente del órgano estudiantil. “Estamos tratando de luchar por nuestros profesores”.

Los estudiantes organizaron un encuentro, después del cual los directores de la subvencionada se reunieron con ellos solos, cerrando la sala a la facultad, dijo Dillard. Los estudiantes dijeron en el mitin que los directores les habían dicho que la escuela tendría muchos más recursos como subvencionada, incluyendo iPads para los estudiantes.

“Parecía un soborno”, dijo Dillard.

“Tecnología de fantasía”, dijo Qwame Robertson, un estudiante de un curso superior.

Steve Barr, el nuevo director de la escuela, que rompió recientemente con la red nacional de subvencionadas, fundada por él, dijo a un periodista de Times-Picayune que para el próximo año está fichando profesores de New York y Washington, no profesores locales. También opinó que e el principal problema de la John McDonogh es que los estudiantes están aburridos – a pesar del hecho de que la reputación de la escuela todavía sufre por haber sido el escenario de un tiroteo en 2003, o de que en Enero fue arrestado en la escuela un adolescente acusado de asesinar a un buen samaritano que trataba de detener a un ladrón de coches.

Dillard no estuvo de acuerdo en que él o sus compañeros de clase estén aburridos o en que los profesores no sean suficientemente buenos.

“Creo que la razón por la que las subvencionadas van tan bien es que las subvencionadas finalmente dan a las mal financiadas escuelas públicas las cosas que necesitaban, como nueva tecnología y libros de texto nuevos”, dijo.

- De hecho, las escuelas subvencionadas son tan buenas que no necesitan la supervisión del Estado – de nuevo, a pesar de lo que dicen los datos- y pueden recaudar dinero de sus organizaciones patronas.

A pesar de una auditoría estatal que encontró hace menos de un año que la supervisión de las escuelas subvencionadas era muy laxa, los legisladores han decidido que en vez de requerir a las subvencionadas que sean aprobadas directamente por el Estado o por consejos de administración locales, el Estado debe nominar a agencias locales y grupos sin fines de lucro como “autorizadores locales de subvencionadas”. Los autorizadores locales deben comprometerse a aprobar y supervisar (aunque no pueden gestionarlas directamente) por lo menos cinco escuelas subvencionadas. Desgraciadamente para ellos, los consejos de administración de las subvencionadas pueden cargar a sus escuelas hasta un 2% de los 5.053 $ de asignación estatal por alumno anual- alrededor de 100 $ por niño por año, lo que, para un consejo de cinco escuelas subvencionadas con 500 estudiantes cada una, significa un cuarto de millón de dólares.

- Las escuelas privadas son siempre mejores que las públicas – no se necesita prueba.

Simplemente, es así ¿vale? Técnicamente no hay ninguna evidencia para esta afirmación, si por “evidencia” entendemos la incontrovertible “evidencia” de los resultados de los test estandarizados de los Estados que los políticos afirman que son esenciales para evaluar a las escuelas públicas y a los profesores de las escuelas públicas –siendo naturalmente los test de elección múltiple la mejor forma de evaluar los resultados de todos los estudiantes. Si las escuelas privadas aceptan estudiantes subvencionados (más información más abajo) deberán estar sujetas a algún tipo de responsabilidad estándar, pero la legislación es oscura en cuanto a los detalles. Por cierto, los profesores de las escuelas privadas no necesitan estar titulados. Pero ¡llevan unos uniformes tan bonitos! Además rezan todos los días. Simplemente debemos confiar en ellos ¿no?

- La forma de mejorar las escuelas públicas es darles menos dinero y dar más dinero a las escuelas subvencionadas y privadas.

Bajo la ley actual las subvencionadas están financiadas por el Departamento de Estado de Educación con fondos creados para este fin. De forma similar un programa piloto de subvención para niños en escuelas privadas en Nueva Orleans fue financiado con el fondo general del Estado. Retomando algunas partes de una ley ficticia de ALEC, la nueva legislación extiende el programa de subvenciones a todo el Estado para niños cuyas escuelas tienen la marca “F”, “D” o “C” bajo el nuevo sistema estatal de clasificación por letras y declara que los estudiantes subvencionados o los que asisten a una escuela subvencionada, la asignación por alumno que normalmente corresponde a un/a alumno/a en su escuela pública local se retirará ahora de esta escuela y se dará directamente a la escuela a la que asiste el niño. Si tan solo ocho estudiantes dejan la escuela, llevándose consigo su asignación estatal por estudiante de 5.053 $, esta escuela pierde el equivalente del salario de un profesor de primer curso – un profesor que podría haber sido empleado para enseñar a otros 20 niños.

- Las escuelas privadas se merecen nuestros impuestos.

El nuevo programa de subvenciones utiliza los impuestos para pagar la enseñanza en escuelas privadas – escuelas que en Luisiana son generalmente religiosas. Las contribuciones serán seguramente bienvenidas en algunas escuelas parroquiales de Nueva Orleans, dado que la archidiócesis está alertando a los parroquianos sobre el alza en la enseñanza porque se está quedando corta de dinero. ¡Es un “todos ganan”!

- La mejor manera de hacer que los profesores mejoren es mantenerles constantemente con miedo a perder su trabajo.

Una de las cosas que hace la legislación es eliminar la posibilidad de que los profesores puedan llegar a considerarse trabajadores permanentes. Los profesores deben conseguir la calificación de “muy eficientes” durante cinco de cada seis años. Si un profesor es alguna vez calificado de “ineficiente”, el año siguiente debe mejorar y si no vuelve a obtener la calificación de “muy eficiente” está acabado/a. Los criterios para obtener la calificación de “muy eficiente” por el estado no se han dado a conocer aunque entrarán en vigor en Agosto; sabemos que estarán ligados a los resultados de los test normalizados de los estudiantes.

Puede que esta filosofía tenga mucho sentido para gente que nunca ha dado clases en una escuela pública, pero los profesores saben que hay tantos factores que afectan al éxito de los estudiantes que, a pesar de que obviamente todos los profesores se esfuerzan para ayudar a sus estudiantes a aprender, a veces sus resultados no llegan a los objetivos. Hace pocos años un estudiante de últimos curso con el que había estado trabajando durante dos años suspendió su examen final de graduación. Le pregunté que es lo que había fallado. Dijo: “Bien, me imaginé que no me saldría bien, por lo tanto decidí ni siquiera intentarlo”. En teoría si este estudiante – que pasó el mismo examen en su siguiente intento y se graduó con un buen resultado académico hace un año, a pesar de sus intentos de abandono – hubiera fallado su test dentro de dos años , su mal día me habría costado el puesto.

- Todos los profesores han sido creados iguales, pero algunos son más iguales que otros.

Los sueldos de los profesores se calcularán a partir de ahora en base a una fórmula calculada localmente basada en los resultados de los test a estudiantes, la experiencia y la demanda existente del tema del profesor. Esto significa que, en teoría, los profesores en temas que tienden a atraer a gran número de aspirantes a educadores, como el mío, el inglés, pueden suponerse menos valiosos que otros más raros, como, por ejemplo, profesores de ciencias – y, en consecuencia se les puede pagar menos. Esto tiene sentido; los estudiantes tienen que poder realizar experimentos científicos, no leer teorías científicas o escribir informes de laboratorio ¿cierto?

- Cualquiera puede aterrizar en una clase y ser un buen profesor; no se necesita una formación especial.

Bajo la actual legislación estatal, todos los profesores de las escuelas públicas deben ser titulados o estar inscritos en un programa de postgrado y el 75% de los profesores de las escuelas subvencionadas deben ser titulados. La legislación aprobada la semana pasada elimina esta cuota para las escuelas subvencionadas; ahora los profesores potenciales de las escuelas subvencionadas únicamente necesitan tener un diploma para ser empleados. El clima general pro-subvencionadas reinante en el estado y la nueva “flexibilidad” en la titulación del personal de las subvencionadas parece implicar que los funcionarios del Estado piensan que la titulación en educación tiene poco valor, a pesar de no haberlo manifestado- por lo menos, de momento. Este giro de los acontecimientos no es del todo sorprendente en un Estado en que su principal autoridad educativa, el Superintendente John White, pasó no más de dos años como profesor de escuela y no tiene ningún título de profesor . (Lo mismo que Channa Cook, White cambia de trabajo rápidamente. Antes de ser nombrado superintendente estatal, fue el superintendente de la Recovery School District [1] de Nueva Orleans – durante siete meses)

Algunos profesores de escuelas públicas han propuesto que si los legisladores creen que la formación para educar es innecesaria pueden venir un día a substituirnos y experimentar la alegría de convertirse al instante en excelentes educadores. Extrañamente, que yo sepa ninguno de ellos ha aceptado nuestra oferta.

- En realidad los estudiantes no necesitan profesores en persona, los necesitan virtuales y éstos necesitan nuestros impuestos.

En una acción que seguramente será aplaudida por la ALEC, la legislación solo se refiere a “dispensadores de cursos”, instructores para cursos on-line y virtuales. Estos dispensadores de cursos pueden ser profesores; también pueden comprender institutos y entidades de negocios. Utilizando las asignaciones con la fórmula de financiación que calcula la asignación por alumno a la escuela local de distrito, el Estado pagará a los dispensadores de cursos para educar no solamente a los estudiantes de las escuelas públicas sino también a los alumnos de las escuelas privadas y particulares (à la Rick Santorum). El Estado planea crear un catálogo de cursos de todas las clases ofrecidas por los dispensadores de cursos aprobados y todas las escuelas públicas deberán incluir estas listas de clases en sus propios catálogos de cursos. Los dispensadores de cursos recibirán 1/6 del 90% de la asignación por alumno del distrito, aproximadamente 758$, por estudiante y curso. A esta tasa, un dispensador de curso que llegara a tener 90 estudiantes a su cargo, que es casi el límite máximo para los profesores en escuelas con “block schedules” [2], podría llegar a ganar 68.000 $ por semestre, casi 30.000 $ más que el salario anual de un profesor principiante. Un dispensador de cursos que llegara a los 150 estudiantes, el equivalente del máximo en un instituto con un esquema tradicional, podría ganar casi 114.000 $.



- Sin embargo, los profesores presenciales deben ser responsables de los resultados de sus estudiantes en las clase on-line.

La legislación establece que, vía sus resultados escolares, las escuelas públicas de ladrillo y cemento se valorarán en base a los resultados de sus estudiantes en las clases virtuales – a pesar de que estas clases no las darán los educadores de la escuela y a pesar de que estos educadores pueden no ser ni siquiera titulados. Estas son malas noticias para las escuelas anfitrionas si consideramos que según un estudio de la Standford University los estudiantes de escuelas virtuales en Pennsylvania, uno de los primeros Estados que permitió la inscripción generalizada en ciberescuelas, obtuvieron resultados muy por debajo de los estudiantes de la escuela pública. Una escuela pública podría acabar siendo calificada como fracasada y ser sancionada si sus estudiantes no obtienen buenos resultados en clase administrada de forma privada dadas por gente sin credenciales educativas que ni siquiera se ha reunido jamás con sus alumnos.

- En las escuelas privadas se acepta a todos los niños – a menos que tengan necesidades educativas especiales.

La educación especial requiere dinero extra para personal extra, desarrollo profesional extra para el mismo, software extra y materiales extra. Los costes de la educación especial, junto al hecho de que los estudiantes que reciben servicios de educación especial suelen presentar diferencias en el aprendizaje solamente después de una lucha académica, son las principales razones por la que muchas escuelas privadas ofrecen servicios limitados de educación especial. Bajo la nueva legislación, el padre o el tutor de un niño con necesidades especiales que se inscribe en una escuela privada utilizando una beca tendrá que firmar un formulario de conformidad en que el niño recibirá solamente los servicios de educación especial ofrecidos por la escuela privada – que probablemente serán mucho menos comprehensivos que los servicios de educación especial en las escuelas públicas.

Puesto que las escuelas privadas que participan en el programa de ayudas están obligadas a aceptar a todos los candidatos con subvención, el rechazo de los servicios de educación especial podría convertirse en una estrategia de las escuelas privadas para excluir a los estudiantes con necesidades especiales sin quebrantar técnicamente la ley.

Algunas escuelas privadas ya utilizan el estatuto de educación especial como una razón para la exclusión de niños. El semestre pasado una estudiante de mi clase de postgrado de inglés, que era disléxica, escribió sobre su desencanto como alumna de octavo al no poder acceder a una de las escuelas católicas de Nueva Orleans. “No me quisieron debido a mis problemas de aprendizaje”, dijo. Esta estudiante, una de las personas más decididas que jamás haya encontrado, se graduará con honores el próximo mes. Le dije que la escuela privada ciertamente había salido perdiendo al no admitirla – Pero que yo me sentía honrada de tenerla en mi clase.

- Todos los niños son admitidos en las escuelas subvencionadas – a menos que sean gays (o estudiantes del idioma inglés, o malos en deporte).

En 2011 Luisiana aprobó una ley que permitía a las corporaciones con ánimo de lucro ofrecer y gestionar escuelas subvencionadas; las corporaciones pueden controlar la mitad de los puestos de los consejos de administración de sus escuelas y la mitad de las inscripciones. Ahora los legisladores están utilizando las conexiones entre las empresas y las escuelas subvencionadas para intentar permitir la legalización de la discriminación. Las normas del Departamento de Educación establecen que “las escuelas subvencionadas no pueden discriminar en base a raza, color, nación de origen, religión, sexo, etnia, orientación sexual, discapacidad mental o física, edad, ascendencia, capacidad deportiva, necesidades especiales de suficiencia en lengua inglesa o en una lengua extranjera, o resultados académicos, en la admisión de estudiantes”. La ley del Senado 217, que está en trámite, intenta restringir la cláusula antidiscriminación solamente a la raza, religión, ascendencia nacional, edad, sexo o discapacidad, las únicas categorías protegidas contra la discriminación por lo que respecta a los negocios en el Estado. En una audiencia del comité, que fue cubierta por un periodista del periódico El Abogado, de Baton Rouge, una mujer de Nueva Orleans dijo que no quería hacerse cargo de una escuela subvencionada porqué no podría rechazar a estudiantes por su orientación sexual.

Dado que se han publicado tasas de acoso para los estudiantes GLBTQ [3] de casi 9 de cada 10 y dado que hay estudios que han indicado que los adolescentes GLBTQ pueden ser cuatro veces más propensos a cometer suicidio que sus otros compañeros, utilizar un tipo de legislación como la ley 217 para excluirlos es no solo cruel – equivale a poner en peligro a los niños. El artículo de El Abogado también cita al líder del Forum de la Familia de Luisiana, un grupo que declara como misión promover “la fe, la libertad y la familia tradicional en el gran estado de Luisiana”, diciendo que la legislación fue pensada para enviar un mensaje al Governador Bobby Jindal, un republicano conservador que aparece en un video de apoyo en el website del grupo. El secretario de prensa de Jindal , dice en un email al periodista autor del artículo, Mark Ballard: “no creemos en derechos o protecciones especiales”.

La ley pasó por 5-1 votos y se espera que sea aprobada por ambas cámaras.
(Por cierto, todo esto es absolutamente legal- a menos que no lo sea)

Los autores de la House Bill 976 – la ley que trata de las subvenciones y escuelas subvencionadas – parecen estar preocupados por si estuvieran infringiendo la ley. Estaban lo suficientemente preocupados acerca de la constitucionalidad de ciertas disposiciones de la ley (quizás de todas ellas) como para incluir una cláusula al final de la ley estableciendo que si algún aspecto de la legislación resultara inconstitucional ello no significaba que toda la legislación lo fuera. Hummmm.

O sea que así es como se arreglan las escuelas públicas, por lo menos según los legisladores de Luisiana. Evidentemente, en tanto que profesora de la escuela pública yo soy parte del problema. Quizás no tendría más que irme a enseñar a una escuela privada o subvencionada. Entonces formaría parte instantáneamente de la solución ¿cierto? Seria automáticamente más inteligente, más dinámica, más entusiasta. Mis estudiantes aprenderían más automáticamente. Incluso podría tener un iPad. Quizás debería ser una “dispensadora de cursos” y así podría pasar todo el día sentada en mi sofá enseñando online. Podría doblar mi sueldo y nunca más tendría que escribir un informe disciplinario.

Excepto que no estoy dispuesta a abandonar y creo que mis colegas tampoco. Estoy orgullosa de ser una graduada de la escuela pública y de haber continuado triunfando en una prestigiosa universidad. Creo que la educación que puede recibirse en las escuelas públicas es el corazón del sueño americano. Creo que en vez de asfixiar a estas escuelas deberíamos trabajar para mejorarlas. Creo en las escuelas que abren sus puertas a todos los niños sin excepción. Creo que las escuelas que restringen la admisión a ciertos estudiantes, abiertamente o de forma encubierta, transmiten el mensaje de que algunas personas no son bienvenidas al mundo. No quiero vivir en un mundo como éste.

Además, honestamente, no creo que esté haciendo un trabajo tan malo. En conjunto mis estudiantes se están saliendo bien de mis cursos. Los que se han graduado están teniendo éxito en la universidad. Alan Rocha, un graduado del 2011 de la escuela donde enseño y actualmente estudiante de la Universidad de Nueva Orleans, asistió al rally. Después de un rato de observación se acercó al micrófono y pidió la palabra. Su mensaje fue el siguiente:

“Estoy aquí por mis profesores, que me dieron una educación que no cambio por ninguna escuela privada o subvencionada. Valoro la educación que me dieron. Estoy aquí por mi hermana que actualmente está en la escuela y no quiero ver arruinada su educación, ya que soy un orgulloso graduado de la escuela pública. No soy un fracasado. Mi hermana no es una fracasada. Mis profesores no son unos fracasados. No penséis en vuestra juventud como unos fracasos, porque no lo son.”

“Es todo lo que tengo que decir”.

Notas: [1] RSD: para la recuperación de escuelas poco eficientes. [2] Menos clases por día pero de mayor duración. [3] Gay, lesbian, bisexual, transgender, and questioning (GLBTQ)

Elizabeth Walters, graduada de la Central Columbia High School de Bloomsburg, PA, Smith College, y del programa de capacitación de profesores de la Universidad de Nueva Orleans, es periodista y profesora del Chalmette High School de St. Bernard Parish, LA.

Traducción para www.sinpermiso.info: Anna Maria Garriga

lunes, 16 de abril de 2012

ESTRATEGIAS DE INFORMACIÓN EN EL AULA

Estrategias de gestión de la información en el aula

Publicado por Jose M. Luis 

Con mayor o menor rigurosidad científica se ha difundido hace un tiempo una cifra muy ilustrativa: si quisiéramos leer todo el contenido existente en Internet, necesitaríamos 57.000 años de lectura ininterrumpida. La cuestión es clara, hay mucha –quizás demasiada- información publicada online. Ésto se traslada a nuestra relación cotidiana con la web ya sea como profesionales, docentes o alumnos: buscamos información y encontramos billones de resultados en pocos segundos a través de potentes motores de búsqueda que nos proveen innumerables opciones de páginas, cuando accedemos a esas páginas miles de links nos invitan a otras tantas y de forma infinita la información se multiplica frente a nuestros ojos casi sin control.

Infoxicación es un concepto relativamente nuevo ligado al crecimiento sostenido y exponencial de la información que generamos. Se ha calculado un incremento de un 30% anual (según un estudio realizado por Peter Lyman y Hal Varian), así como que la información científica se duplica cada 6 años. También denominada “Information Overload” (Alvin Toffler), se trata de una característica de esta nueva era de la información y la comunicación, en la que existe una suerte de “sobrecarga de información”, esto es: demasiada información disponible para estar informado sobre un tema. Una sobresaturación de datos que dificulta su asimilación, donde la misma información se vuelve ruidosa e interfiere en su procesamiento. La información es tanta que se vuelve inabarcable.

Estrategias de gestión de la información.

Existen diversas estrategias y habilidades de gestión que nos permiten tener una relación más eficiente con la información.

Saber buscar y obtener la información: saber obtener la información es el primer paso para poder usarla e implica diversos desafíos. Hace un tiempo un estudio determinó que el 54% de los niños acude a Google para obtener respuestas a sus preguntas, siendo Internet su fuente principal de información.

1) Conocer cómo funcionan los motores de búsqueda jerárquicos para utilizarlos de forma eficiente y crítica. Por un lado saber cómo se ordenan los resultados y cómo se posicionan las páginas en la web. Además conocer estrategias de refinamiento de búsquedas, búsquedas avanzadas y hacer un buen uso de las palabras claves. Por supuesto que una búsqueda refinada no implica una búsqueda reflexiva, para ello es necesario desarrollar habilidades críticas que permitan evaluar y seleccionar información descartando aquella inapropiada, inadecuada, errada o irrelevante.

2) Conocer herramientas para recibir información. En este aspecto las suscripciones RSS y las alertas son recursos fundamentales. Si queremos estar informados sobre algún tema en particular, lo ideal es utilizar estrategias que nos acerquen la información seleccionada sin necesidad de ir en busca de ella periódicamente. Google Reader, es un agregador de contenidos o lector de RSS y Atom (las especificaciones en formato XLM más usadas). Con Google Reader podemos suscribirnos a sitios web para que la información llegue a nosotros organizada y seleccionada según nuestros intereses. Permite acceder a la información a través de una interfaz web muy intuitiva parecida a la bandeja de entrada de un servicio de correo tradicional. El usuario puede sumar suscripciones añadiendo las direcciones de feed (un formato estandarizado) de los sitios elegidos, usando el buscador a través de palabras claves, o bien aceptando las sugerencias de Google Reader. Las suscripciones pueden organizarse en carpetas y los elementos pueden ser etiquetados, lo que hace aún más interesante la gestión de la información. También podemos elegir ciertos elementos como “destacados” o dejarlos para leer luego.

3) Una buena red de contactos. Las redes sociales hoy compiten notablemente con los motores de búsqueda en la cantidad de visitas. Ya no sólo le preguntamos a Google, también lo hacemos a nuestros contactos. Si sabemos elegir y organizar nuestro grafo social, obtendremos información filtrada socialmente, esto es: confiamos en que si nuestro contacto lo comparte será adecuado, relevante, correcto o al menos interesante. Dependerá quiénes son nuestros contactos y cómo los organizamos en grupos o listas para ordenar el flujo de información que nuestra red de contactos distribuye.

Saber almacenar y recuperar la información: Una vez que encontramos la información, o esa información llega a nosotros, el siguiente desafío es saber almacenarla y organizarla de forma eficiente. Esa eficiencia dará sus frutos principalmente al momento de recuperarla. Cuando guardamos algo en general lo hacemos con algún criterio de organización, por ejemplo elegimos en qué cajón ubicarlo o en qué carpeta archivarlo, en todos los casos nuestra intención es utilizar luego el mismo criterio a la hora de tener que recuperar ese objeto guardado. Como con cualquier objeto, en informática cuanto más eficientes sean nuestras estrategias de organización y almacenamiento, más eficiente será la recuperación de dicha información.

Cientos o miles de links llegan a nuestra pantalla periódicamente, ya sea de manera casual a través de la navegación cotidiana, por medio de nuestros contactos, como resultado de búsquedas, o bien, a través de suscripciones o alertas. Muchos de esos links serán de nuestro interés o los consideraremos suficientemente relevantes como para guardarlos, leerlos y utilizarlos de inmediato o luego.

Los marcadores sociales son las herramientas ideales para almacenar de forma ordenada dichos links. Un ejemplo es Delicious (en español “delicioso”), un servicio gratuito de gestión de marcadores sociales, una manera muy simple de organizar, almacenar, clasificar y compartir enlaces en Internet.

Una de las características más interesantes de éste tipo de servicios es el sistema de etiquetado denominado “Folcsonomía“: una indexación social, es decir un tipo de clasificación colaborativa a través de etiquetas o tags sin jerarquías ni relaciones entre sí. Una etiqueta es una palabra clave asignada a un dato (en este caso a un enlace), se trata de una suerte de “metadato” descriptivo y que permite recuperar aquello que hemos etiquetado.

Una ventaja de este sistema es que los marcadores dejan de administrarse en carpetas y por lo tanto con el etiquetado podemos asignarle distintas categorías a un mismo dato y mejorar la organización, clasificación y recuperación de la información.

Una de las desventajas más mencionadas tiene que ver con la falta de parámetros para establecer las categorías, es decir, no existe una normalización terminológica reduciendo la eficiencia de la indexación, produciéndose problemas tales como la polisemia (mismas etiquetas para conceptos diferentes) y la sinonimia (etiquetas distintas para un mismo concepto).

Existen otras herramientas parecidas, que incluyen sindicación y marcadores sociales, algunas más completas que otras como Bloglines, Netvibes, Menéame, Digg Mister Wong,Reddit o Diigo.

Otras herramientas útiles:

1) Tomar notas: cuando leemos en cualquier formato o dispositivo de lectura hayamos párrafos, frases, datos que deseamos archivar especialmente. Existen herramientas que nos permiten hacerlo. Una de las más completas y eficientes es Evernote que permite anotar, capturar y etiquetar cualquier contenido en diversos formatos. Luego podremos acceder a ellos buscando por palabras claves o navegando a través de las etiquetas.

2) Leer luego: otra forma de organizar nuestras lecturas es agendando aquellas que no podemos abordar en el momento en que nos topamos con ella, pero que deseamos leer en otro momento. Hay distintas aplicaciones para nuestros dispositivos y diversas extensiones para nuestros navegadores que nos permiten con un sólo clic guardar un link para su posterior lectura. Opciones son es Read It Later o Instapaper.


¿Qué hacer en el aula para desarrollar habilidades de gestión de la información?

Todas estas herramientas herramientas cumplen un papel central para el desarrollo de habilidades digitales, críticas y colaborativas. Estrategias de selección y revisión de sitios y contenidos de Internet, así como su organización a través de un trabajo de abstracción y generalización necesario en el proceso de etiquetado.

Actividades con estas herramientas podrían realizarse como fin en sí mismo ya que implican un grado importante de crítica y comprensión de conceptos tanto para realizar suscripciones como para etiquetar contenidos con criterio. De esta forma se crea un reservorio de contenidos ya seleccionados y organizados temáticamente al que se podría recurrir a medida que se necesite para las diferentes actividades de aula.

Pero además su uso, quizás más interesante, puede ser complementario de otro tipo de actividades y tareas tal como hacemos quienes habitualmente usamos éstas herramientas que se convierten en auxiliares para nuestros estudios o trabajos. Cualquier proyecto o investigación escolar requiere búsqueda, selección y organización de información, para ello éstas herramientas resultan claves:

-Revisión y selección de suscripciones: los alumnos podrían buscar y seleccionar sitios de interés para un tema, asignatura, trabajo, proyecto o investigación y mantenerse informados durante su desarrollo.
-Ejercicios de bookmarking colaborativo: los alumnos podrían almacenar enlaces relevantes para un tema, asignatura, trabajo, proyecto o investigación. El trabajo además incluiría un consenso en el etiquetado y una reflexión sobre las limitaciones del mismo.
-Notas: crear fichas, anotaciones, reservorios de datos, frases, conceptos, glosarios, capturas de pantallas referentes a determinados temas proyectos o trabajos.

Se trata de aplicar en el aula herramientas y estrategias de gestión de información para desarrollar habilidades que nos permitan usar la web de forma compleja, crítica y eficiente.

EDUCACION 2.0 | http://www.educdoscero.com | Ana Laura Rossaro
EducaBlogs

miércoles, 4 de abril de 2012

LA SOCIEDAD Y LA CULTURA, Y SUS IMPLICACIONES EN LA EDUCACIÓN Y EL CURRÍCULO

Imagen: peremarques.blogspot.com

Giovanni M. Iafrancesco V. PHD*
EDITORIAL REDIPE No. 810


Hilda Taba (1974) opinaba: “Si se concibe la educación como un agente de cambio, las ideas sobre la dinámica del cambio cultural y sus efectos sobre la personalidad y el papel del individuo en la cultura adquieren gran significación”.

A pesar de que las culturas son orgánicas y estructurales, cualquier alteración en alguno de sus elementos introduce cambios en otros y en la totalidad. En las culturas primitivas homogéneas y conservadoras (en especial las orientales) estos cambios se dan lentamente, permaneciendo intacto el núcleo de la cultura dado que los individuos jóvenes que pertenecen a ella están capacitados para prever el futuro viendo a los mayores. Es este un caso en el que los niños y las niñas pueden ver su futuro observando a los adultos, y en el que sus experiencias de vida resumen la de su generación anterior.

Por el contrario, las culturas occidentales, en especial las tecnológicamente avanzadas, se caracterizan no sólo por los cambios rápidos y bruscos, sino también por el cambio deliberado e intencionado, lo que produce un retardo cultural entre la velocidad de los cambios en los aspectos técnicos de la cultura y los cambios en los valores, las costumbres, las expectativas de conducta y las instituciones sociales.

Esta falta de uniformidad en los cambios técnicos y culturales introduce conflictos y estos producen a su vez rupturas y problemas culturales, los cuales se evidencian en la falta de aceptación de los mismos, lo que provoca contradicción, tensión, caos, desorganización, incertidumbre, mecanismos de rechazo y de defensa, actitudes negativas.

En algunas culturas los cambios que se producen en una generación son tan rápidos, que son mayores que los cambios producidos en otras culturas durante siglos. Estas culturas rápidas, que cambian desigualmente, crean dificultades en la transmisión de esa cultura. En ellas los jóvenes se quedan sin modelos y las experiencias de los padres –e incluso de los hermanos mayores- son de poca utilidad, como guía, para las nuevas generaciones.

En estas culturas rápidas los cambios son drásticos e imprevisibles y las adaptaciones indispensables no son suficientes, lo que implica desequilibrio entre los métodos destinados a crear una disposición para vivir de acuerdo con las exigencias de la cultura (conformidad) y la acentuación de los rasgos peculiares, la experimentación y la invención de la nueva cultura. Para Gorer (1955) este es un problema de aculturación.

En las culturas rápidas se genera una alteración en la función de los agentes educativos usuales de la cultura, por tener estos que asumir otros cambios imprevistos; los padres, por ejemplo, por tener que iniciar un proceso de adaptación a la nueva cultura no pueden transmitir a sus hijos su cultura primera y menos aún la última, a la cual no se adaptan.

Esta rapidez del cambio ha debilitado la capacidad de la familia para transmitir la cultura, quedando esta acción en manos de las instituciones educativas y de los educadores que viven el mismo problema; en consecuencia, los centros urbanos y los medios masivos de comunicación se convierten en los agentes culturales de primer orden, aflorando en estos procesos los conflictos de valores, lo que en poco tiempo se refleja en tendencias antisociales y de resistencia a la autoridad.

Los cambios sociales acentúan el proceso de aculturación, entendiendo por aculturaciónesta expresión “el proceso de aprendizaje de nuevas conductas y valores en una nueva cultura, tras un proceso de cambio”. Esta aculturación que ocurre a nivel macro con las culturas de los países y los pueblos debido a los cambios acelerados en los procesos tecnológicos e industriales, también se vive dentro de los pequeños cambios que se generan en la permanente movilidad social. Es lo que le ocurre al campesino al llegar a la ciudad, igualmente a un niño en el paso de la educación familiar a la que le brinda la escuela. Esta micro-aculturación (si la podemos llamar así), al igual que la macro-aculturación, está acompañada en su proceso de tensión, ansiedad, incertidumbre, desorganización, en pocas palabras, de conflictos.

El grado de conflicto y tensión comúnmente corresponde a la distancia que existe entre la cultura que ha de ser aprendida y la cultura original, y a la distancia entre las conductas y los valores esenciales que deberán ser aprendidos y los valores y las conductas de la cultura original. Esto hace que a pesar de que se tenga que cambiar se encuentre reticencia y resistencia al cambio y pocas actitudes positivas hacia el mismo.

En educación ocurre algo semejante: los nuevos paradigmas emergentes cuestionan a los paradigmas tradicionales; los maestros que siempre se sintieron bien en su labor educativa porque fueron excelentes representantes para su paradigma convencional, de la noche a la mañana pasan a ser desactualizados, retardatarios de los procesos del cambio, se sienten anquilosados y como respuesta natural rechazan los cambios, los critican y cuestionan, y quieren volver a demostrar con sus actitudes y comportamientos la validez del paradigma anterior; lo que con el tiempo no logran, experimentando entonces un proceso de desmotivación que cada vez aplaza la necesidad de cambio.

He ahí algunas de las razones por las cuales en nuestras instituciones educativas aún se manejan los modelos de enseñanza de transmisión-asimilación de conocimientos, a pesar de que la tecnología y la informática hayan avanzado a pasos agigantados, permitiendo al educando de hoy procesos de autodidaxia y construcción del conocimiento por autogestión y auto-aprendizaje.

Frente a esta problemática es indispensable que en los centros educativos se cambien las viejas formas de la enseñanza y se inventen nuevas estrategias de formación integral, social y cultural. En este momento los educadores debemos asumir el cambio, capacitarnos, actualizarnos y perfeccionarnos en el menor tiempo posible, asumir el reto de la transformación, y con creatividad iniciar procesos de innovación que den respuesta a las expectativas e intereses de las nuevas generaciones y construir con ellas esas nuevas sub-culturas que empiecen a expresarse en los nuevos valores y costumbres y en la nueva forma de vida.

El adulto no puede rechazar la nueva cultura; por el contrario, con los jóvenes debe estudiarla, analizarla, tomar postura crítica frente a ella, calcular sus problemas y ventajas, tener pensamiento prospectivo y proyectivo e iniciar un proceso de construcción de propuestas alternativas provisionales o definitivas para favorecer el cambio y permitir el desarrollo de la juventud en esa nueva cultura. No debe persistir en mantener la cultura que caduca y reprimir los procesos naturales que surgen de la cultura emergente.

Es a través de una pedagogía contemporánea que esto se logra. Si las instituciones educativas no tienen flexibilidad curricular y no se adaptan y actualizan rápidamente, en la medida en que cambian los contextos socio-culturales producto del avance científico y tecnológico vertiginoso, corren el riesgo de desaparecer por volverse ineficientes, ineficaces e inefectivas. Posiblemente seguirán haciendo bien lo que saben hacer, a sabiendas de que eso que saben hacer es precisamente lo que ya no deben hacer.

A fin de comprender mejor nuestra tarea educativa frente a los cambios culturales y a la diversidad social, podría citar a Margaret Mead: “Nosotros como pueblo, padres, maestros y ciudadanos, estamos criando niños desconocidos para un mundo desconocido. No podemos adivinar sus necesidades recordando las nuestras, no podemos hallar las respuestas a sus preguntas buscándolas en nuestros propios corazones. Sólo mediante la proyección constante de nuestra visión hacia el futuro, mientras mantenemos nuestra observación sutilmente a tono con las necesidades, los temores y las esperanzas de estos niños, podemos esperar brindar las condiciones de evolución para la próxima generación, que podría tratar con problemas demasiado vastos para nosotros, criados en una época de inexperiencia que nos impide incluso pensar correctamente”.

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*Miembro Correspondiente Academia Colombiana de Pedagogía y Educación. Director Corporación Internacional Pedagogía y Escuela Transformadora CORIPET


 
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