lunes, 29 de diciembre de 2014

IMPACTO DEL USO DE LAS TICs EN LA SOCIEDAD

Impacto del uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones en la sociedad 


Ing. Libely Victoria Cedeño Galindo MSc. lcedeno@ult.edu.cu
Zenoyda Lujo Aliaga zlujo@ult.edu.cu,
Universidad de las Tunas Vladimir Ilich Lenin
Fuente: EDITORIAL Revista Virtual Redipe: Año 3 Volumen 11

RESUMEN 

El uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) ocupa en la actualidad una posición central en la vida cotidiana del ser humano. De ahí que uno de los retos más importantes sea, sin lugar a dudas, el estudio de la relación que el hombre, como ser humano, establece con las TIC y el impacto que tienen éstas sobre su aprendizaje y sus relaciones sociales. 

El presente artículo procura hacer un recorrido por el componente social de las TICs, el impacto de éstas en el mundo educativo, así como el efecto negativo en las personas, la sociedad y en la formación de valores. 


Palabras claves: Tecnologías de la información y las comunicaciones, sociedad, impacto. 

INTRODUCCIÓN 

Las formas de comunicar ideas, información y mensajes de la humanidad han variado a través del tiempo. Primero el hombre se comunicó mediante el lenguaje, luego mediante símbolos, después la comunicación se generalizó a través del libro, gracias al invento de la imprenta en el siglo XV. 

De esta forma la difusión de las ideas y los conocimientos se incrementó, sin embargo, con la invención de la computadora y del Internet, la comunicación, los conocimientos, la propagación de ideas, incrementándose la información a velocidades insospechables y a un costo bajísimo. 

Actualmente las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) están sufriendo un desarrollo vertiginoso, afectando a prácticamente todos los campos de nuestra sociedad, en lo que la educación no es una excepción. Es importante conocer la incidencia e influencia de este tema en aspectos circunstanciales de la educación y el mejoramiento de técnicas de aprendizaje. 

Los términos sociedad y comunicación no se comprenden el uno sin el otro. La actividad social lleva implícita la comunicación y en general cualquier actividad humana de tipo social está inmersa en un proceso de intercomunicación. 

Los avances tecnológicos han complementado y modificado, con el tiempo, la forma en que se produce esta intercomunicación. Se ha pasado de una comunicación directa, físicamente persona a persona, a una comunicación indirecta y a distancia gracias a las TICs. 

Estos medios tecnológicos han supuesto una transformación cultural y social que afecta a áreas tan importantes como son las relaciones humanas, el mundo laboral, el estudio y el entretenimiento, favoreciendo además la difusión y compartición de la información. 

De forma paralela a estas transformaciones 

‘positivas’, aparecen, se difunden y agrandan una serie de problemas sociales desbaratando el hipotético modelo de sociedad que parece propugnar Internet. 

Las TICs en general e Internet en particular, se manifiestan como herramientas de doble filo. Por un lado, facilitan la obtención y compartición de información y, por otro lado, precisamente por esas mismas facilidades, se pueden convertir en elementos que no favorecen al proceso educativo y formativo de los menores. 

Sin embargo se ha llegado al Siglo XXI con una acentuación de las desigualdades sociales y económicas a nivel mundial, entre los países y en el interior de los mismos. En la transición a la Sociedad de la Información aún no han logrado resolver las profundas inequidades entre países, regiones y aún ciudades en América Latina y el Caribe, básicamente porque los países de la región no incorporan plenamente los beneficios de la difusión y usos de TICs para el desarrollo, o bien intentan incorporarla (según el país de que se trate) en forma tardía o inapropiada. (Banco Mundial. 2002) 

Como afirma Del Álamo (2003), la relación entre las TICS y el desarrollo humano ha sido poco estudiada hasta el momento. Menos aún ha sido estudiada su relación con la pobreza. A pesar del entusiasmo que organismos internacionales, gobiernos y sectores de la sociedad civil manifiesta hacia las TICs y los procesos de desarrollo, es poco lo que se comprende actualmente sobre el papel. 

Desde los años setenta del Siglo XX, se ha planteado una correlación –positiva o negativa, según los diversos análisis- entre la difusión de las TICs y la pobreza. Castells (2000) plantea que las TICs contribuyen al desarrollo económico de las naciones, fundamentalmente en el caso de la economía de Estados Unidos. Pero tanto él como Flor (2001), Proenza (2002), y otros autores coinciden en que el desarrollo de las TICs tiende a aumentar la desigualdad, y que los impactos de las TICs sobre las economías de los países periféricos serán bien diferentes a los que han influido sobre la economía estadounidense, o en la de otros países desarrollados 

EL COMPONENTE SOCIAL DE LAS TICs 

Respecto al componente social de las TICs encontramos que la crítica se orienta al cuestionamiento de las políticas neoliberales guiadas por los principios del mercado y dirigidos a la acumulación de capital humano en términos de costo beneficio. La educación se enfoca en función de la empleabilidad, que conjuga flexibilidad, adaptabilidad y competitividad respondiendo a las políticas de las agencias internacionales (OMC, FMI, FM) que la someten a la lógica globalizadora del mercado. Esta tendencia, que aparece desde los años 90, alude a conceptos tales como educación permanente y formación inicial polivalente (Marcolla, V. 2006). La comunicación, en este sentido, juega un papel decisivo en la infraestructura tecnológica de la globalización del imaginario e ideario neoliberal y cumple una función primordial a la hora de buscar controlar la opinión pública mundial. Así por ejemplo, se presiona para que se invierta en equipos y conexiones para beneficiar a trasnacionales de software y hardware. 

El modelo económico neoliberal conlleva al desmantelamiento de la escuela pública debilitándola económicamente, desenganchándola de los desarrollos de la ciencia y la tecnología y devaluando el oficio y la figura del maestro. Los países del tercer mundo se hayan frente a la disyuntiva de financiar la educación o pagar la deuda externa. (JAVEGRAF, 2005). 

Algunas versiones de la crítica denuncian el trasfondo ideológico que tendría la incorporación de las TICs en el sentido de promover la idea de que estas pueden ser suplantación del desarrollo industrial. Igualmente se haría creer que podrían reemplazar la institucionalización democrática, la esfera pública, el Estado, la educación formal y la escolarización. Desde este punto de vista, la supuesta potencialidad democrática de las TICs queda cuestionada al reconocerse la desigualdad económica estructural de los países que entran en los juegos de competitividad. Estas perspectivas bien podrían derivar en una posición crítica tecnofóbica al considerar que las TICS suponen previamente un desarrollo económico, social y político autónomo que no tienen los países dependientes y que los ubican como meros consumidores y no productores de las mismas 

En este punto se podría interrogar sobre la verosimilitud de esta postura crítica si se tiene en cuenta la capacidad de penetración de las tecnologías en los sistemas de productividad de la misma y en la sociedad toda. Si se acepta la postura, según la cual, no es posible pensar lo social sin lo técnico entonces no nos encontramos ante la disyuntiva de asumir o no las nuevas tecnologías, sino de pensarlas críticamente frente a una incorporación empresarial, es decir, considerarlas como espacios de creación y resistencia desde una posición crítica integrada. El problema entonces no estribaría en si las TICs están o no incorporadas, sino en su recepción a-crítica, guiada por una lógica mercantil que responde a intereses de empresas productoras y distribuidoras de equipos y no a la necesidad de desarrollo de las regiones y localidades. 

IMPACTO DE LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN EN EL MUNDO EDUCATIVO 

La utilización, simplemente con sentido común, de estas tecnologías reporta grandes beneficios a los menores en diferentes ámbitos de su vida y en muchos aspectos de su formación humana y social. Por ejemplo: 

• Favorece las relaciones sociales: ayuda a la socialización de los menores que ven en estas herramientas una forma de obviar algunos complejos y prejuicios propios de la edad. 

• Favorece el aprendizaje colaborativo: el menor puede sentir que su participación en tareas y/o situaciones de aprendizaje adquiere mayor relevancia al hacerlo de forma activa y directa. 

• Favorece el desarrollo de nuevas habilidades: a menudo se desconocen determinados valores ocultos en los menores porque no disponen de las herramientas y/o situaciones que los hagan aflorar. En el uso de las TICs ellos pueden encontrar un vehículo apropiado para esa manifestación. 

• Favorece el desarrollo de nuevas formas de construcción del conocimiento: no sólo es conocimiento el libro de texto, las explicaciones del profesor y el contenido de las enciclopedias. Hay mucho más conocimiento que puede estar desagregado en la red y que, bien dirigido, puede generar nuevas capacidades de síntesis, estructuración y comprensión para los menores. 

• Favorece el desarrollo de las capacidades de creatividad, comunicación y razonamiento: relacionado con el anterior, en ese proceso de síntesis y construcción de conocimiento cabe la creatividad y el razonamiento y, una vez interiorizado ese saber, ser capaces de comunicarlo a los demás. 

La utilización de las TICs por parte de los menores tiene también una serie de inconve- nientes, como son: 

1. Adicción: el uso continuado y sin control de las TICs, y más en concreto el acceso a Internet o los videojuegos, puede producir en algunos casos una adición a estos medios en detrimento de otras actividades sociales necesarias para el desarrollo completo de su personalidad. 

2. Aislamiento: los nuevos objetos digitales educativos (ODEs), cuyo planteamiento y estructura está diseñada en base al uso de las TICS, permiten que el alumno aprenda solo. Este procedimiento de aprendizaje, que en un principio puede ser positivo porque favorece su autonomía, llevado al extremo puede causar un aislamiento que menoscabará la dimensión social de la docencia. 

3. Tiempo: está relacionado con las dos anteriores. En la medida que el menor está más solo y dispone de medios técnicos para comunicarse con el ‘exterior’ suele dedicar gran parte de su tiempo a estas actividades de socialización ‘online’. 

4. Problemas físicos: derivados de los grandes intervalos de tiempo que permanecen frente al ordenador y que les puede provocar molestias visuales, posturales, etc. 

5. Gasto económico: la frecuencia de actualización de los medios tecnológicos y de las aplicaciones le crean la necesidad de cambiar de equipamiento para poder soportar los nuevos requerimientos técnicos que, cada vez, son más exigentes. 

6. Exceso de información: el hecho de disponer de fácil acceso a grandes cantidades de información puede, por un lado, abrumar al alumnado y, por otro, dificultar la tarea de discernimiento en cuanto a la validez o conveniencia de dicha información. 

Por otra parte y dentro del ámbito familiar, si se utilizan correctamente las TICs pueden servir para crear un nuevo vínculo familiar ya que pueden transformarse en una nueva vía de comunicación entre los miembros de la familia. Pero este punto requiere un esfuerzo de formación por parte de muchos padres y madres. (Cendros y Bermudes, 2009). 

Por su importancia dentro del mundo de las TICS, hacemos un apartado especial para Inter- net, ya que es uno de sus pilares fundamentales. 

INTERNET: VENTAJAS Y RIESGOS 

Los puntos clave de Internet, en los que se fundamentan tanto las ventajas como los inconvenientes, son los siguientes: 

• Acceso anónimo: el hecho de poder esconderse detrás del anonimato hace que el usuario se sienta libre de realizar acciones o acceder a informaciones que no haría si se le exigiese una autenticación. 

• Acceso permanente: el hecho de poder acceder a Internet prácticamente las 24h del día por un coste relativamente bajo y buen ancho de banda facilita la aparición de todo tipo de riesgos si no se controla debidamente, tanto por parte de los padres y madres como de los educadores. 

• Facilidad de acceso a la información: al entrar en Internet se tiene disponible acceso rápido y gratuito a informaciones y servicios no siempre recomendados para los jóvenes, sobre todo para los que están en las primeras etapas 

• Facilidad en la transmisión de la información: la red actúa como un eficiente medio de transmisión de cualquier tipo de información produciendo un efecto multiplicador tanto en los aspectos positivos como negativos de Internet 

• Facilidad de relación interpersonal: el propio anonimato con el que se mueven los internautas permite que se presenten falsas personalidades y se enmascaren actitudes perversas que quedarían de manifiesto con la presencia física. Esta facilidad en la comunicación interpersonal requiere de una madurez y capacidad de discernimiento de la que no todos los jóvenes disponen. 

En base a estos puntos clave, podemos deducir las ventajas e inconvenientes en el uso de Internet. 

VENTAJAS 

En principio, no se puede decir que Internet sea bueno o malo en sí mismo, sino que depende de la forma en que se utilice y de los objetivos que se persigan al acceder. 

A continuación se enumeran las ventajas que ofrece la utilización de Internet en el proceso formativo de los jóvenes: 

1. Ayuda a la socialización de los jóvenes. El fácil acceso a Internet y la utilización de algunos de sus servicios (chats, juegos en red,...) facilita su proceso de socialización, reforzando su sentido de pertenencia al grupo así como sus habilidades para comunicarse con el resto del grupo utilizando estos servicios basados en las TICs. 

2. Acerca la cultura, la ciencia y el ocio a todos los rincones del territorio, ya sean pueblos o pequeñas aldeas, y proporciona a sus habitantes canales de información y comunicación. 

3. Permite que jóvenes aquejados de largas enfermedades o con movilidad limitada puedan proseguir su proceso formativo así como estar en contacto con compañeros y compañeras. 

4. Favorece las relaciones familiares de los inmigrantes con sus países de origen al po- ner a su disposición servicios económicos de conexión y comunicación. 

5. Ayuda a la individualización en determinadas tareas educativas, como la realización de trabajos personales en los que cada uno buscará y analizará, en función de sus intereses particulares, favoreciendo también las iniciativas personales. 

6. Acceso a gran cantidad de información de cualquier tipo. Noticias, eventos, prensa electrónica, bibliotecas online, información cultural, información científico-técnica, etc. Una importante consecuencia de ello es el mejor acceso a la cultura y un claro beneficio en el proceso educativo. Otra consecuencia que se deriva es la necesidad de establecer criterios de búsqueda y valoración. 

7. Mejoran los resultados académicos de los menores que disponen de acceso a Internet desde el domicilio frente a aquellos que sólo disponen de conexión desde el centro educativo. 

8. Permite un mejor seguimiento por parte de los padres y madres de la actividad escolar de los hijos e hijas, ya que pueden mantener un contacto más frecuente con los profesores y tutores, recibir indicaciones y sugerencias relativas a la forma en la que ellos pueden colaborar o ayudarles, así como mantenerse informados de las notas y faltas de asistencia, etc. 

9. Acceso a gran cantidad de recursos educativos, lo que es especialmente interesante para el docente, ya que pone a su disposición materiales en formato digital, cursos online, etc, que pueden ser de interés para su tarea docente. 

RIESGOS 

Frente a estas ventajas de Internet, que son muchas y muy importantes, es necesario dis- poner de la mayor información posible acerca de los riesgos que entraña, y así aprender a hacer un uso responsable, útil y constructivo de la red. 

Desde el punto de vista educativo, que es el que nos ocupa, podemos agrupar los riesgos en seis grupos: 

1. Relativos al acceso a la información 

Es necesario hacer una serie de comprobaciones básicas (origen o fuente de la información y fecha) que nos aporten un margen de seguridad sobre la misma. 

Esta búsqueda de información puede conllevar una pérdida de tiempo importante y así mismo la propia navegación puede dispersar la atención. A menudo, al navegar se va pasando de una página a otra olvidando el objetivo inicial de la visita. 

2. Relativos al tipo de información 

Facilita el acceso a información cuya naturaleza es inadecuada para los jóvenes, como son contenidos relacionados con la violencia, terrorismo, pornografía, sectas, o es presentada de forma no apropiada banalizando comportamientos y actitudes socialmente reprobables. 

La propia naturaleza de la red hace imposible llevar un control sobre la publicación de contenidos, sus autores y su posible penalización. 

3. Relativos a relaciones personales 

Internet puede crear un entorno que facilita los comportamientos desinhibidos, y pueden dar una imagen de las personas que no se corresponde con la realidad. En el otro extremo, Internet puede ser arriesgado porque puede generar un problema de socialización en los jóvenes, ya que fomenta el aislamiento. 

Se puede producir una pérdida de intimidad: la participación en determinados foros, chats, rellenado de formularios para obtener el acceso a ciertos servicios gratuitos, requiere que el joven facilite algunos datos personales a terceros o entidades totalmente desconocidas, con el riesgo que ello supone. 

Amistades ‘no convenientes’: a través de chats el joven puede contactar con personas de dudosa reputación, de carácter violento e intenciones no muy claras que enmascaran, todo ello, bajo la apariencia de amistad y entretenimiento. 

Adicciones: una utilización incontrolada (referido a control temporal) de Internet puede provocar en los jóvenes, dependiendo de su perfil y circunstancias personales, situaciones de comportamientos compulsivos relacionados con la búsqueda de todo tipo de información, los juegos en red, juegos que suponen una apuesta económica, participación en chats, compras, participación en subastas, entre otras 

4. Relativos a la comunicación 

La necesidad de establecer y mantener comunicación con los demás, hace que se minimicen ciertos riesgos relacionados con los servicios implicados, como son el correo electrónico, los blogs, chats o foros. Ya son habituales los problemas derivados de la recepción masiva de correos basura (spam), el bloqueo de la cuenta al recibir correos con archivos adjuntos que gran tamaño, la participación en chats y foros a los que se facilita información personal que puede ser utilizada para fines no controlados por el usuario. 

5. Relativos al propio funcionamiento de Internet 

Internet no es una red segura. En ella se producen situaciones de alarma debido a problemas, agujeros o fallos desde la propia tecnología que la sustenta. Por ejemplo, los virus y gusanos que se propagan por la red y que son capaces de destruir o dañar los archivos almacenados en el ordenador. Fallos en las conexiones debido a problemas de saturación que impiden o dificultan la navegación o problemas derivados de accesos no autorizados a las máquinas por parte de intrusos. 

6. Relativos a temas económicos 

La facilidad de acceso junto con la enorme y atractiva oferta de medios y servicios, hacen a los jóvenes especialmente vulnerables. En esta situación se producen abusos de tipo publicitario, engaños, estafas, compras, negocios ilegales, etc, en los que caen casi siempre por falta madurez o conocimiento de los riesgos que están asumiendo. A todo ello se le añade el consiguiente gasto telefónico generado por el uso de algunos de esos servicios. 

En este grupo también se podría incluir el tema de las descargas ilegales de software, música o películas, a las que están tan acostumbrados los jóvenes sin saber, a menudo, que están incurriendo en un problema legal relativo a la propiedad intelectual. 

A pesar de los riesgos anteriormente enumerados, las ventajas que proporciona el acceso a Internet son de tal envergadura que éstos quedan minimizados al observar una serie de pautas de comportamiento adecuadas 

EFECTOS NEGATIVOS DE LAS TICs EN LAS PERSONAS 

El tema está relacionado con las afectaciones que producen las TICS cuando se les da un mal uso o se les da un uso excesivo que llega a producir efectos negativos en la conducta y en la salud de las personas. 

Las ideas principales sobre el tema son; que son las TICs, la publicidad, como nos afecta la publicidad, los malos usos de las TICs, ¿qué es un trastorno?, y ¿cuales son los trastornos provocados por el mal uso o el uso excesivo? 

Cada vez más personas están en contacto con las TICs, dándoles un uso cotidiano, ya que nos permiten comunicarnos y encontrar información de manera más fácil y rápida, así como estar en contacto con familiares y amigos. 

Las personas han encontrado a través de las TICs el fácil acceso a páginas de intereses personales, entretenimiento y distracción. Esto lleva al uso excesivo y mal uso de estas tecnologías, provocando dependencia y otros trastornos a la salud y la mente. 

¿Por qué las personas le dan un uso excesivo a las Tecnologías de información y comunicación? 

Las personas vivimos en un mundo de globalización y la tecnología avanza cada vez haciendo que podamos comunicarnos más rápido que antes y podamos encontrar entretenimiento de manera fácil y rápido. 

Las nuevas generaciones también le están dando uso, incluso mayor que las personas de otras generaciones pasadas. 

Esto podría provocar trastornos o problemas en sus habilidades de comprensión, que podrían ser irreversibles y afecten su vida académica durante toda su vida. 

Entre lo que el uso excesivo de las TICs podría provocar, encontramos el trastorno del sueño. El tipo de pantallas de las computadoras disminuyen el tiempo del sueño profundo, provocando un sueño de mala calidad y con eso, cansancio irritabilidad, teniendo mayor posibilidad de sufrir accidentes. 

Para los usuarios de menor edad que por jugar videojuegos violentos o usar esta tecnología desarrollan terrores nocturnos, sonambulismo y reacciones de defensa, pues reviven escenas violentas. 

A causa del sueño de mala calidad encontramos varios padecimientos como envejecimiento prematuro, hipertensión arterial, aumento de peso, los jóvenes recurren más a cafeína, medicamentos derivados del diazepam o hasta drogas ilegales, y sin duda, tienden a ser más violentos 

El tiempo de dormir se ha reducido. En la década de los 60 era en promedio de 10 horas, entre la década de los 70 y 80 se redujo a nueve, en los 90 pasó a ocho y en la actualidad se ubica en seis horas entre niños y adultos que habitan en grandes ciudades, los cuales por lo general no recuerdan sus sueño. También disminuye su capacidad intelectual así como su juicio en la toma de decisiones, con una menor capacidad de controlar sus sentimientos o su comportamiento. 

El uso excesivo de la red entre jóvenes cuyo cerebro aún no se ha formado completamente puede causar daños en la “materia blanca” de este órgano, ya que el uso excesivo desgasta la mielina. Las fibras neuronales funcionan a modo de “transmisión eléctrica” en el sistema nervioso, y en tal símil la mielina sería comparable a la cobertura plástica de un cable: al dañarse ésta, puede afectar a la comunicación neuronal. 

Otro problema con el que nos podemos encontrar es que al utilizar las TICS nos encontramos con un sinfín de publicidad. La publicidad es una forma de comunicación que tiene como finalidad promover y difundir la comercialización de un bien, producto o servicio. 

La publicidad genera en nosotros anhelos insospechados, muchas veces sin que nos demos cuenta. Su efecto es tal que puede llegar a confundirnos e incluso convencer de comprar lo que en realidad no queríamos o no necesitábamos adquirir. 

Pero también existe la publicidad falsa y engañosa, pues es exagerada e inexacta. usa testimoniales de artistas sin fundamento científico, se presentan médicos para dar validez a su mensaje, agregan recomendaciones de asociaciones sin que existan legalmente o que no tienen que ver con el tema, atribuye efectos extraordinarios y propiedades curativas sorprendentes, no se cuenta con permiso o registro de una autoridad competente, se omite información necesaria para decidir la compra, no especifican restricciones, ofrecen resultados sin considerar variaciones según el consumidor, no se exhibe la cantidad total a pagar o contiene leyendas o permisos ilegibles. 

La publicidad no es algo que podamos ni debamos evadir, pues nos brinda información sobre los bienes y productos que estamos interesados en consumir, pero debemos tener cuidado con todo lo que nos podemos encontrar navegando por la red o inclusa en televisión y radio sin, la publicidad debe ser crítica, legal, digna, auténtica, clara y responsable. 

A pesar del gran uso que actualmente se le da a las TICs es necesario que tengamos cuidado y les demos un buen uso. Personalmente estoy en contra del mal uso de estas tecnologías y aunque las TICs nos facilitan muchas actividades, no debemos darles un uso excesivo ni crear una dependencia por que puede provocar problemas serios en nuestra salud y mente. (Valadez. 2011) 

SOCIEDAD, TICs Y VALORES 

Lograr cambios sustanciales en el paradigma educativo, lo que debe permitir hacer frente a las nuevas demandas sociales, supone necesariamente que las nuevas tecnologías sean capaces de colaborar en la consecución de uno de los principales objetivos de la educación: el desarrollo emocional de los alumnos y su formación moral. La búsqueda de una nueva etapa de re-encantamiento social y educativo difícilmente será posible si las TICs continúan siendo herramientas técnicas orientadas exclusivamente a la adquisición y transmisión de conocimientos, pero incapaces de participar en las metas sociales y morales que persiguen la educación y la sociedad. (Jara, 2010). 

A pesar de las reticencias existentes a la hora de conjugar todos los factores, se puede encontrar ya un doble enfoque para analizar la relación entre el uso de la tecnología y el cuidado y desarrollo de los valores. Por un lado, es posible afirmar que dentro de estos entornos virtuales de aprendizaje, las TICS se pueden considerar potentes herramientas colaborativas, ya que permiten generar espacios adecuados para la interacción y el intercambio, favorecen la puesta en práctica de valores como la solidaridad y promueven nuevas estrategias de comunicación, de colaboración y de diálogo. 

Hay que reconocer, sin embargo, que estos nuevos contextos sociales son también espacios propicios para el engaño y el desarrollo de conductas de abuso y de acoso (ejemplo de ello es el ciberbullying y el grooming), así como para la aparición de nuevos peligros que requieren una adecuada formación y nuevas estrategias de intervención por parte de los docentes. 

Es preciso señalar que a ello contribuye también el amplio desconocimiento que en materia de seguridad existe a la hora de utilizar estos nuevos entornos de trabajo. Conceptos como confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información son muy poco tratados y explicados, lo que supone un desconocimiento generalizado sobre sus consecuencias y medidas de prevención. 

Educar en estos nuevos medios no significa prohibir o penalizar las conductas inadecuadas, sino que, como Rué, 2007. señala, el objetivo es fortalecer la educación en valores, la capacidad de pedir y recibir apoyo y la colaboración en proyectos compartidos, lo que exige que el profesor esté atento a los comportamientos de los alumnos, les oriente en sus forma de trabajo y suscite la reflexión oportuna que contribuya a la formación de su juicio moral. 

El segundo enfoque guarda relación con la cultura digital que requiere e impone nuevas formas de convivencia y ciudadanía. Es necesario formar ciudadanos capaces de integrarse, vivir y participar en este nuevo entorno de una forma crítica, responsable y ética. La afirmación de Rué, J. (2007), en que reitera: “Construir esta cultura será parte de los nuevos desafíos curriculares del siglo XXI y corresponderá a las instituciones educativas implementar experiencias formativas para la construcción de esta ciudadanía digital”. 

Además de los aquí apuntados, existe un nuevo reto no menos importante que los anteriores: la necesidad de que la incorporación de las TICs en la educación tenga en cuenta la realidad cultural de los alumnos, respete su diversidad y, aún más, promueva su identidad cultural. En la realidad multicultural iberoamericana, la reflexión sobre cómo las TICs pueden contribuir al respeto, la defensa y el conocimiento mutuo de las diferentes culturas supone una exigencia ineludible, pero altamente complicada, toda vez que la cultura occidental es absolutamente hegemónica en este campo (Marchesi y Díaz, 2009). 

En cualquier caso, la realidad circundante nos muestra que la mayor parte de los desarrollos llevados a cabo a la hora de incorporar las tecnologías, aún hoy, se basan en ejercicios de ensayo y error. Es necesario continuar en la búsqueda de nuevos modelos que permitan explorar y explotar las enormes potencialidades que estas nuevas herramientas ofrecen para lograr cambios sustanciales en la sociedad y en la educación. 

La incorporación de las TICS en educación, como ya se ha destacado, no garantiza por sí sola la inclusión y la equidad social. El reto, por tanto, se basa en ser capaces de continuar transmitiendo los valores de siempre a través de los nuevos medios, a la vez que formar y enseñar nuevos valores que permitan a las futuras generaciones desenvolverse dentro de la cultura digital de una forma responsable, solidaria y justa. 

Conclusiones 

En el ámbito de la transición de la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento o la “nueva economía del conocimiento”, se considera que la innovación desempeña un papel central en los distintos procesos. La innovación es producir, asimilar y explotar con éxito una novedad, en las esferas económica y social, de forma que aporte soluciones oportunas y eficaces a los problemas de la sociedad actual y futura; permite responder a las necesidades 

de las personas y de la sociedad globalizada con sus aldeas. El recurso o talento humano se convierte en el capital intelectual primordial, es el principal generador del valor agregado real de habilidades y competencias unidas a las metas y resultados. 

La nueva educación que hay que realizar en el ámbito de las TICs no se debe limitar a transmitir sólo conocimientos, aunque estos sean necesarios; además, debe procurar capacitar en determinadas destrezas y habilidades, que suscitará unas actitudes y disposiciones. Entre estas últimas es imprescindible la necesidad de formar en una actitud sanamente crítica ante las TICs. Hay que saber distinguir en qué nos ayudan y en qué nos limitan, para poder actuar en consecuencia. Este proceso debe estar presente y darse de manera integrada en la familia, en la escuela y en la sociedad. Los adolescentes saben que además de la formación tecnológica, necesitan que se les informe acerca del uso adecuado o correcto de las TICs y sus consecuencias. 

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Sitios 


• h ttp ://w w w .ug r .es/~se vime co/ revistaeTICsanet/numero4/ Artículos/ Formateados/ELIMPACTO.pdf 


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jueves, 25 de diciembre de 2014

PRAGMATISMOS Y RELATIVISMO

Pragmatismos y relativismo

Referencia: Richard Rorty: Apuntes para un seminario.

por Jaime Ernesto Vargas Mendoza (2007)
México: Asociación Oaxaqueña de Psicología A.C.
Pragmatismos y relativismo: 
C. S. Peirce y R. Rorty
por Dr. Jaime Nubiola, Universidad de Navarra, España

Lo que quiero sostener en esta sesión no es nuevo ni muy original, pero sí que, al menos a mi juicio, es importante tanto para la organización de la comunidad política como para el trabajo intelectual de cada uno. Quiero defender el pluralismo epistemológico, esto es, que los problemas y las cosas tienen facetas, distintas caras, y que hay maneras diversas de pensar acerca de ellos, y quiero al mismo tiempo rechazar el escepticismo relativista y el pragmatismo vulgar con los que frecuentemente se le asocia. Pretendo persuadirles de que el rechazo del fundacionalismo cientista o del fundamentalismo ético no lleva necesariamente a un relativismo escéptico, sino que, de la mano de la mejor tradición pragmatista, es posible ensayar una vía intermedia que defiende un falibilismo sin escepticismo y un pluralismo cooperativo. Un pragmatismo pluralista sostiene -con Hilary Putnam- que no hay algo así como una versión privilegiada del hombre y del mundo que es la que la Ciencia nos ofrece, sino que las ciencias son actividades humanas cooperativas y comunicativas mediante las que los seres humanos progresamos realmente, aunque no sin titubeos ni errores, en nuestra comprensión del mundo y de nosotros mismos. Tal como veo yo las cosas, el pluralismo no relativista que defiendo no sólo es uno de los mejores resultados de la investigación científica contemporánea, sino que además es el requisito indispensable para una organización social realmente democrática.


Para dar cuenta de este núcleo de problemas dividiré mi exposición en tres secciones. En primer lugar, 1) trataré de presentar brevemente el pragmatismo; en segundo lugar, 2) abordaré el relativismo y su conexión con el "pragmatismo vulgar" y el denominado "neopragmatismo" propugnado por Richard Rorty; y finalmente, 3) intentaré dar cuenta de por qué el pluralismo, que es herencia del mejor pragmatismo, no es relativista.

1. A vueltas con el pragmatismo

El pragmatismo americano ha sido tratado a menudo como una peculiar tradición local, muy alejada de las corrientes de pensamiento que constituyen el centro de la reflexión filosófica occidental. Entre los filósofos europeos el pragmatismo ha sido considerado habitualmente como un "modo americano" de abordar los problemas del conocimiento y la verdad, pero, en última instancia, como algo más bien ajeno a la discusión general. Como señaló Rorty, aunque los filósofos de Europa estudien a Quine y a Davidson "tienden a quitar importancia a la sugerencia de que estos filósofos actuales compartan unas mismas perspectivas básicas con los filósofos americanos que escribieron antes del denominado giro lingüístico".

Sin embargo, de modo creciente en la última década se ha tratado de comprender el pragmatismo y la filosofía analítica como dos aspectos diferentes de una misma tradición filosófica general. Una fuente clave para el desarrollo de un estudio integrado de ambas corrientes se encuentra en Charles S. Peirce (1839-1914), el fundador del pragmatismo, que Karl-Otto Apel caracterizó como la piedra miliar de la transformación de la filosofía trascendental en filosofía analítica. No hace mucho, von Wright escribía en este mismo sentido que Peirce "puede en efecto ser contado como otro padre fundador de la filosofía analítica, junto a Russell y Moore y la figura que está detrás, Frege". De esta forma, en lugar de considerar el movimiento analítico como una abrupta ruptura con el pragmatismo americano de las primeras décadas del siglo XX, resulta más certero detectar su notable afinidad. De modo parecido, el reciente resurgimiento del pragmatismo avala también la continuidad entre ambos movimientos: el último puede entenderse como un desarrollo o modulación del movimiento precedente. Así es posible reconocer una tradición filosófica continuada que tiene sus raíces en la obra de los pragmatistas clásicos, Peirce, James y Dewey, que florece actualmente en Quine, Putnam y Rorty, y que guarda también cierta afinidad con los trabajos de Kuhn y del último Wittgenstein.

De esta forma, frente a la tesis del agotamiento de la filosofía analítica -diagnosticada en particular por deconstruccionistas y defensores del pensamiento débil- me parece que se está produciendo en el seno de esta tradición una profunda renovación de cuño pragmatista, cuyo mejor exponente es -a mi juicio- el profesor de Harvard Hilary Putnam. Frente a las dicotomías simplistas entre hechos y valores, entre hechos y teorías, entre hechos e interpretaciones, Putnam defiende con vigor y persuasión la interpenetración de todas esas conceptualizaciones con nuestros objetivos y nuestras prácticas humanas. Aun a riesgo de ser descalificado como "pensamiento blando" o de ser confundido con el relativismo escéptico, un enfoque así avala un acercamiento del pensamiento a la vida, de forma que el rigor del pensamiento analítico gane la hondura y la relevancia humanas, que son condición indispensable para su fecundidad.

El corpus electrónico de la Real Academia Española, todavía en fase de construcción, contiene actualmente 239 referencias a "pragmatismo" con sus contextos de aparición en España. El término "pragmatismo" alude siempre a experiencia, pero de ordinario está ligado también a falta de principios, astucia, cinismo, o mera eficacia material. Aportaré sólo una cita: "Vivimos tiempos de conservadurismo y de derecha pura y dura pasada por la licuadora del pragmatismo". Como me decía un día mi maestro Alejandro Llano, el pragmatismo lo peor que tiene es el nombre. Entre otras razones, es por este desprestigio del término "pragmatismo" por lo que el "segundo" Wittgenstein que -como es sabido- evolucionó a posiciones decididamente pragmatistas, rehusó denominarse a sí mismo "pragmatista". El propio Charles S. Peirce en los últimos años de su vida quiso desmarcarse del marbete "pragmatismo" a causa de las malinterpretaciones a que daban lugar tanto su uso común en términos de utilitarismo como el énfasis puesto por su gran difusor William James en los efectos prácticos de las acciones. De hecho, Peirce -a pesar de ser reconocido como fundador del pragmatismo- acuñó el término "pragmaticismo" para referirse a su propio sistema filosófico, pues se trata de un nombre "suficientemente feo -escribió- como para estar a salvo de secuestradores".

Para caracterizar el pragmatismo y comprender su singular atractivo, me parece que resulta muy ilustrativo para nosotros advertir que algunos de los pensadores hispánicos más destacados de la primera mitad del siglo XX se encuentran en una franca sintonía pragmatista. Tanto Ortega como Unamuno, y muy en particular Eugenio d'Ors, guardan una notoria similaridad con los temas y problemas del pragmatismo norteamericano, aunque en muchas ocasiones esa afinidad haya quedado oculta bajo la tradicional incomprensión mutua entre los Estados Unidos y el mundo hispánico.

Quizá la identificación de algunos rasgos nucleares del pragmatismo pueda facilitar la comprensión de esta afirmación un tanto insólita. Antes de entrar en ello, resulta obligado advertir que desde sus comienzos a finales del siglo XIX el pragmatismo no es una disciplina de obediencia estricta, sino más bien una orientación general del pensamiento. Ya Arthur Lovejoy, alumno en Harvard de William James identificó en 1908 hasta trece pragmatismos distintos, pero -acudiendo a la terminología de Wittgenstein- pienso que es posible descubrir un aire de familia entre todos ellos que lo distingue con claridad de otras familias filosóficas. De entre esos rasgos, quiero destacar dos, que tienen un carácter central para mi exposición y que, en cierta manera, son las dos caras de una misma moneda: el anticartesianismo, con lo que supone de aproximación del pensamiento a la vida, y el falibilismo.

1º) Anticartesianismo: se trata del rechazo frontal de la epistemología moderna y de sus dualismos simplistas que han distorsionado nuestra manera de comprender los problemas humanos: sujeto/objeto, razón/sensibilidad, teoría/práctica, hechos/valores, humano/divino, individuo/comunidad, yo/otros.

Los filósofos pragmatistas no rehúsan emplear esos términos, pero reconocen que se tratan de simplificaciones nuestras, que a veces pueden resultar prácticas, es decir, cómodas, pero que son distinciones de razón, más que de niveles ontológicos o clases de entidades distintas. Para los pragmatistas la filosofía no es un ejercicio académico, sino que es un instrumento para la progresiva reconstrucción crítica, razonable, de la práctica diaria, del vivir. En un mundo en el que la vida diaria se encuentra a menudo del todo alejada del examen inteligente de uno mismo y de los frutos de la actividad humana, los pragmatistas piensan que una filosofía que se aparte de los genuinos problemas humanos -tal como ha hecho buena parte de la filosofía moderna- es un lujo que no podemos permitirnos.

"Quizá lo más importante que trato de defender -declaraba Putnam en 1992- sea la idea de que los aspectos teóricos y prácticos de la filosofía dependen unos de otros. Dewey escribió en The Need of a Recovery of Philosophy que 'la filosofía se recupera a sí misma cuando cesa de ser un recurso para ocuparse de los problemas de los filósofos y se convierte en un método, cultivado por filósofos, para ocuparse de los problemas de los hombres'. Pienso que los problemas de los filósofos y los problemas de los hombres y las mujeres reales están conectados, y que es parte de la tarea de una filosofía responsable extraer esa conexión".

2º) Falibilismo y pluralismo: El falibilismo es el reconocimiento de que una característica irreductible del conocimiento humano es su falibilidad: Errare hominum est. La búsqueda de certezas incorregibles característica de la modernidad es un desvarío de la razón. Para el pragmatista la búsqueda de fundamentos inconmovibles para el saber humano, típica de la modernidad, ha de ser reemplazada por una aproximación experiencial y multidisciplinar, que puede parecer más modesta, pero que muy probablemente sea a la larga más eficaz. El pragmatista no renuncia a la verdad, sino que aspira a descubrirla, a forjarla, sometiendo el propio parecer al contraste empírico y a la discusión con los iguales. El pragmatista sabe que el conocimiento es una actividad humana, llevada a cabo por seres humanos, y que por tanto siempre puede ser corregido, mejorado y aumentado. El falibilismo no es una táctica, sino que es más bien un resultado del método científico ganado históricamente.

El falibilismo es siempre intrínsecamente social: como destaca Peirce, el investigador forma siempre parte de una comunidad expandida en el espacio y en el tiempo a la que contribuye con sus aciertos e incluso con sus fracasos, pues estos sirven a otros para llegar más lejos que él hasta completar el asalto de la ciudadela de la verdad trepando sobre los cadáveres de las teorías y experiencias fallidas (CP 6.3, 1898). De esta forma se ve claro cómo el falibilismo está ligado al pluralismo, pues -como todos sabemos bien- la experiencia humana acontece siempre de un modo plural. No encontramos la experiencia en abstracto, sino experiencias encarnadas. El pragmatismo es una filosofía que de salida reconoce esas diferencias y busca su articulación inteligente.

2. El relativismo como pragmatismo vulgar

Esto que acabo de describir a grandes trazos es el corazón de la tradición pragmatista, pero -siguiendo a Susan Haack- pueden distinguirse desde sus comienzos dos estilos de pragmatismo radicalmente diferentes que dan razón quizá de sus manifestaciones tan diversas: el pragmatismo reformista y el pragmatismo revolucionario. Mientras el primero reconoce la legitimidad de las cuestiones tradicionales vinculadas a la verdad de nuestras prácticas cognitivas y trata de reconstruir la filosofía, el segundo, abandona las nociones de objetividad y de verdad, renuncia a la filosofía como búsqueda y simplemente aspira a continuar la conversación de la humanidad.

Todos los que me escuchan habrán reconocido ya en esta expresión que estoy aludiendo a Richard Rorty, cuyo libro La filosofía y el espejo de la naturaleza de 1979 fue tan revolucionario en el seno de la tradición analítica como lo había sido La estructura de las revoluciones científicas de Thomas Kuhn en el ámbito de la filosofía de la ciencia positivista. En aquel memorable libro, Rorty, que en 1967 había editado la antología canónica analítica The Linguistic Turn, acusaba a sus colegas de profesión de permanecer todavía sometidos al sueño platónico de encontrar el verdadero lenguaje en el que la naturaleza estaba supuestamente escrita y de tener además la arrogancia de imponer a los demás su lenguaje preferido bajo la forma de la filosofía oficial con pretensiones de verdad universal. Rorty culminaba su exposición defendiendo la disolución de la filosofía académica en las diversas formas de conversación de la humanidad, en el arte, en la literatura y demás.

No es posible hacer aquí un estudio detenido de la posición de Rorty, pero basta quizá con lo dicho para señalar que el rechazo de la búsqueda de la verdad bajo la acusación de que eso no es más que un sueño dogmático cientista y la simultánea apelación a John Dewey y al pragmatismo clásico en apoyo de esa posición, es una total tergiversación de la tradición pragmatista. Por eso, no es desacertado -como hace Haack- calificar al pragmatismo de Rorty como "pragmatismo vulgar". Para nuestros efectos, lo que realmente es importante es registrar que el pragmatismo literario postfilosófico que defiende Rorty aspira sólo a "continuar la conversación", declara que "verdadero" viene a significar aproximadamente "lo que puedes defender frente a cualquiera que se presente", y que "racionalidad" no es más que "respeto para las opiniones de quienes están alrededor".

Si tomamos en serio los pronunciamientos más radicales de Rorty -estoy parafraseando a Haack-, su posición llega a ser la de que las ciencias no presentan verdades objetivas sobre el mundo. "¿En qué difiere el tener conocimiento del hacer poemas o del contar historias?", se pregunta retóricamente. "La ciencia como la fuente de la 'verdad' -escribe en Consequences of Pragmatism- es una de las nociones cartesianas que se desvanecerán cuando se desvanezca el ideal de 'filosofía como ciencia estricta'". Lo que hacen los científicos es simplemente presentar teorías inconmensurables y eso constituye su conversación, del mismo modo que los géneros y producciones literarias sucesivas constituyen la conversación literaria.

En cierto sentido, podemos decir que el relativismo de Rorty es más consecuente, o lo es hasta sus últimas consecuencias, que la mayor parte de nuestros conciudadanos. Todos advertimos con claridad que nos encontramos en una sociedad que vive en una amalgama imposible de un supuesto fundamentalismo cientista acerca de los hechos y de un escepticismo generalizado acerca de los valores. Se trata de una mezcolanza de una ingenua confianza en la Ciencia con mayúscula y de aquel relativismo perspectivista que expresó tan bien el poeta Campoamor con su "nada hay verdad ni mentira; todo es según el color del cristal con que se mira". Para ilustrar esto basta con hojear cualquier periódico o comprobar cómo sigue repitiéndose a los alumnos de periodismo que han de distinguir entre información y opinión, entre hechos y valoraciones, o escuchar a los políticos que aseguran que las opiniones son libres o que todas merecen el mismo respeto.

Hablar de la verdad, así sin adjetivos, o decir que quienes nos dedicamos a la filosofía buscamos la verdad comienza a ser considerado no sólo una ingenuidad, sino simplemente como algo de mal gusto: "¡Será, en todo caso, la verdad para ti, pero no creerás tú en unas verdades absolutas!". Como acabo de decir, la mayoría de nuestros conciudadanos son fundamentalistas en lo que se refiere a la física, a las ciencias naturales o incluso a la medicina, pero en cambio son del todo relativistas en lo que concierne a muchas cuestiones éticas. Lo peor es que este relativismo ético es presentado a menudo como un prerrequisito indispensable para una convivencia democrática, sea a nivel local o a escala internacional. Un relativista consecuente piensa que simplemente hay unas prácticas que ellos consideran correctas (o racionales), y otras que nosotros consideramos correctas, hay cosas que "pasan por verdaderas" entre ellos y otras que son así consideradas entre nosotros, pero ni siquiera tiene sentido la discusión, la confrontación entre prácticas divergentes, pues no hay criterios para poder decidir qué conductas son mejores que otras.

Aunque sea cómodo para quien detenta el poder mantener una separación así entre ciencia y valores, tengo para mí que una escisión tan grande entre lo fáctico y lo normativo resulta a la postre insoportable. A mi entender, los seres humanos anhelamos una razonable integración de las diversas facetas de las cosas; la contradicción flagrante desquicia nuestra razón, hace saltar las bisagras de nuestros razonamientos y bloquea a la postre el diálogo y la comunicación. Del hecho de que las personas o los pueblos tengan opiniones diferentes sobre una materia no puede inferirse que no haya verdad alguna sobre dicha materia.

La clave para comprender la posición de Rorty se encuentra -a mi modo de ver- en su defensa a ultranza del individualismo y de la privacidad, frente a los valores comunitarios y de reformismo social y científico del pragmatismo clásico. Por eso suele denominarse su posición como "pragmatismo romántico" o más a menudo como "neopragmatismo". Rorty tiene una concepción de la cultura política muy diferente a la de los pragmatistas clásicos. Para estos, lo público y lo privado están interpenetrados, y no tiene sentido tratar de separarlos. Por el contrario, "Rorty -escribe Cotkin- dibuja una Línea Maginot entre los ámbitos público y privado. Para Rorty, la subjetividad (selfhood), en cuanto un proceso creativo continuo, es donde se encuentra la acción, mientras que el ejercicio público de la política es asignado complacientemente a los supuestos de un tibio liberalismo tradicional. Así, Rorty mantiene que 'dentro de nuestra cultura crecientemente ironista, la filosofía se ha tornado más importante para la prosecución de la perfección privada que para cualquier tarea social'". Nada podía estar más lejos de la tradición pragmatista clásica.

3. El pluralismo, herencia del mejor pragmatismo

Richard Rorty

Esta imagen rortyana del final de la filosofía como búsqueda de la verdad no es la única descripción posible en nuestra cultura. El giro pragmatista de la filosofía analítica que se ha producido en la última década es probablemente capaz de hacer frente tanto a ese relativismo escéptico como a las acusaciones de escolasticismo estéril que han arreciado en estos últimos años, pues abarca tanto la aspiración a una visión integral de la realidad como la comprensión del carácter esencialmente comunicativo y conversacional del lenguaje. Por una parte, esto supone dar la razón a Rorty en contra del cientismo todavía dominante y tratar de reinsertar de nuevo a la filosofía entre las humanidades con todo lo que eso implica, pero, de otra parte, supone también quitar la razón a Rorty cuando sostiene que eso implica tener que renunciar a la verdad.

La filosofía analítica puso gran empeño en reprimir sus diferencias respecto de la ciencia para no parecer una disciplina humanística, sino más bien algo así como una ampliación de la ciencia o una explicación del conocimiento científico. La reinserción de la filosofía entre las humanidades supone la necesidad de plantearse de nuevo la pregunta acerca de cuáles son sus aspiraciones y cuál es la mejor manera de alcanzarlas. En este sentido, el papel de la filosofía en este nuevo siglo pende de que quienes se dediquen a ella logren aunar en un mismo campo de actividad intelectual el rigor lógico y la relevancia humana, que durante décadas constituyeron los rasgos distintivos de dos modos opuestos de concebir la filosofía. Articular el rigor de la filosofía académica con los más profundos anhelos de los seres humanos viene a ser lograr una genuina forma de vida filosófica en la que se articulen la confianza en la capacidad de nuestra razón y el simultáneo reconocimiento de sus flaquezas y límites.

Precisamente, la intuición central de John Dewey es que las cuestiones éticas y sociales no han de quedar sustraídas a la razón humana para ser transferidas a instancias religiosas o a otras autoridades. La aplicación de la inteligencia a los problemas morales es en sí misma una obligación moral. La misma razón humana que con tanto éxito se ha aplicado en las más diversas ramas científicas se ha de aplicar también a arrojar luz sobre los problemas morales y sobre la mejor manera de organizar la convivencia social. De la misma manera que el trabajo cooperativo de los científicos a lo largo de sucesivas generaciones ha logrado un formidable dominio de las fuerzas de la naturaleza, un descubrimiento de sus leyes básicas y un prodigioso desarrollo tecnológico, cabe esperar que la aplicación de la razón humana a las cuestiones éticas y sociales producirá resultados semejantes. A fin de cuentas, nuestras creencias morales y nuestras creencias científicas son artefactos creados por los seres humanos para habérnoslas con nuestros problemas y necesidades vitales.

La afirmación que acabo de realizar no significa que la verdad sea simplemente cuestión de lo que los compañeros de mi cultura, científicos y filósofos, crean. Por el contrario, lo que Peirce sostiene es que lo real es precisamente aquello independiente de lo que nosotros o una mente cualquiera pueda pensar. Si dispusiéramos de todo el tiempo del mundo y de todas las evidencias necesarias, la verdad sería aquella opinión a la que finalmente llegaríamos todos los investigadores. No es la verdad fruto del consenso, sino que más bien es el consenso el fruto de la verdad.

La objetividad de la verdad está marcada con el carácter público del pensamiento, con el carácter solidario, social, del lenguaje y con el carácter razonable de la realidad. Los tres elementos -pensamiento, lenguaje y mundo- se confieren sentido respectivamente en su interrelación. Si se sostiene que el lenguaje es vehículo del pensamiento y se está de acuerdo con Wittgenstein en que no puede haber lenguaje privado y en que sólo la comunicación con los demás nos proporciona el uso correcto de las palabras, entonces, de la misma manera y con la misma rotundidad, ha de afirmarse que no puede haber pensamiento privado y que es la comunicación interpersonal la que proporciona también la pauta de objetividad en el ámbito cognoscitivo. La comunicación interpersonal es el cauce mediante el que se establece esa constelación de sentido. Por eso la verdad es lo más comunicable, por eso la verdad es liberadora, por eso la verdad es lo que los seres humanos nos entregamos unos a otros para forjar relaciones significativas entre nosotros.

Lo que acabo de decir reviste una extraordinaria complejidad y puede dar lugar a muchos malentendidos que quizá en el coloquio puedo intentar aclarar, pero necesito ahora abordar brevemente el último punto de mi exposición relativo al pluralismo. Se trata de la distinción entre pluralismo y relativismo, que a veces quizá interesadamente puede ser presentada de modo muy borroso.

La defensa del pluralismo no implica una renuncia a la verdad o su subordinación a un perspectivismo culturalista. Al contrario, el pluralismo estriba no sólo en afirmar que hay diversas maneras de pensar acerca de las cosas, sino además en sostener que entre ellas hay -en expresión de Stanley Cavell- maneras mejores y peores, y que mediante el contraste con la experiencia y el diálogo racional los seres humanos somos capaces de reconocer la superioridad de un parecer sobre otro. Nuestras teorías, como los artefactos que fabricamos, son construidos por nosotros, pero ello no significa que sean arbitrarias o que no puedan ser mejores o peores. Al contrario, el que nuestras teorías sean creaciones humanas significa que pueden -¡deben!- ser reemplazadas, corregidas y mejoradas conforme descubramos versiones mejores o más refinadas.

Frente al fundacionalismo cartesiano de cuño individualista, resulta mucho más persuasivo -y coherente además con el formidable desarrollo de las ciencias en los últimos siglos- reconocer con la tradición escolástica medieval31 que lo que conocemos es una parte, una faceta o un aspecto parcial de las cosas, aunque no sea su totalidad. El que sea una parte no significa que sea falso, sino que, aun siendo verdadero lo alcanzado, es insuficiente para explicarlo todo. Como la realidad es multilateral, como tiene una ilimitada multiplicidad de aspectos, la verdad no puede ser agotada por ningún conocimiento humano, sino que queda siempre abierta a nuevas formulaciones.

Más aún, lo que la tradición pragmatista aporta con claridad es la convicción de que el modelo fundacionalista es una manera equivocada de comprender la efectiva actividad investigadora. No es la ciencia un proceso de búsqueda de fundamentos, sino más bien de resolución razonable de problemas con los datos y teorías disponibles en cada momento. No hay fundamentos ni en las ciencias naturales ni en las ciencias humanas: "Nuestras nociones están tan entrelazadas que ninguna de ellas puede proporcionar un 'fundamento' para la ética. (…) Debemos acabar viendo que no hay posibilidad de una 'fundamentación' para la ética de la misma forma que no hay posibilidad de una 'fundamentación' del conocimiento científico, o de cualquier otra clase de conocimiento". Con una imagen de Peirce, podemos decir que en nuestra actividad investigadora nos encontramos andando sobre un barrizal, en el que caeremos si en lugar de tirar hacia delante nos detenemos en busca de un asidero firme e inconmovible (CP 5.589, 1898). Con expresión de MacIntyre, señalada recientemente por Llano, de lo que se trata es de sustituir el paradigma moderno de la certeza por el paradigma de la verdad. "Según el paradigma de la verdad (…) lo que interesa no es tanto el punto de partida y el camino que a partir de él se recorre. Lo que importa es la meta a la que se tiende y los avances que hacia ella se producen. Es más el comienzo mismo presenta una índole provisional y tentativa (...). La búsqueda no está obsesionada con el pasado, sino que se encuentra completamente volcada hacia el futuro".

La metáfora del barrizal fundamentalista me trae a la memoria los marineros borrachos que recuerda Susan Haack en Evidence and Inquiry. Un marinero borracho es incapaz de nada, pero dos marineros borrachos, apoyándose el uno en el otro y cantando al unísono, aunque sea desafinadamente, son capaces, de ordinario tras largos rodeos y trompicones, de encontrar su barco fondeado en el puerto. Por eso, he puesto como lema de esta ponencia el "todo lo sabemos entre todos" que el poeta Pedro Salinas pone en boca del campesino español.

El pragmatismo pluralista sostiene que la búsqueda de la verdad es enriquecedora, porque la verdad es perfeccionamiento. Y sostiene también que no hay un camino único, un acceso privilegiado a la verdad. La razón de cada uno es camino de la verdad, pero las razones de los demás sugieren y apuntan otros caminos que enriquecen y amplían nuestra comprensión. Por el contrario, la posición relativista que afirma que no hay verdad, sino sólo diálogo, que sólo hay diversidad de perspectivas radicalmente inconmensurables, no sólo se autorrefuta en su propia formulación, sino que en último término sacrifica la noción de humanidad al negar la capacidad de perfeccionamiento real y de progreso humano.
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- Revista Observaciones Filosóficas, 2005
- Imagen: Ilustración propia sobre filosofía
- Imagen: Richard Rorty

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lunes, 22 de diciembre de 2014

ESTUDIO DEMUESTRA RELACIÓN ENTRE COMIDA CHATARRA Y BAJO RENDIMIENTO ACADÉMICO

Comprueban relación entre comida chatarra y bajo rendimiento académico

La comida rápida no solo afecta la salud física. Según un nuevo estudio, también podría perjudicar el cerebro de los niños.

 
Entre el 16 y el 33 % de los niños en Estados Unidos son obesos. Foto: AFP

Un estudio en Ohio, Estados Unidos, demuestra que los niños que consumen habitualmente comidas rápidas tiene peor desempeño académico que quienes no lo hacen.

La investigación desarrollada en la Universidad Estatal de Ohio encontró una relación directa luego de examinar el comportamiento de más de 8.500 estudiantes menores de diez años.

De acuerdo con Kelly Purten, encargada del estudio, el enfoque principal de la investigación era observar cómo contribuía el consumo de comida chatarra a las tasas de obesidad. Sin embargo, al evaluar los resultados también encontraron que la comida rápida ralentiza los procesos cerebrales de los niños, debido a que estas no tienen moléculas férricas útiles para el cerebro.

El consumo recurrente de este tipo de comida reduce el desempeño de los niños en cuatro puntos, con respecto a la escala de calificación sobre 100: los alumnos que frecuentaban los restaurantes de comida rápida sacaron en su mayoría 79 puntos, mientras que los que no comían en McDonald's,Pizza Hut, Burger King y KFC, mostraron un promedio de 83.

El documento publicado en Clinical Pediatrics señaló que el bajo desempeño, en comparación con quienes no consumen comida rápida, se evidenciaba principalmente en matemáticas, ciencias y lectura. 

De acuerdo a la Academia Estadounidense de Psiquiatría Pediátrica y de Adolescentes, entre el 16 y el 33 % de los niños en Estados Unidos son obesos.

http://www.semana.com/vida-moderna/articulo/relacion-entre-comida-chatarra-bajo-rendimiento-academico/413157-3

 
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