viernes, 23 de julio de 2010

Procesos independentistas producto de las condiciones materiales y espirituales de la época



¿Cuáles son las explicaciones socio históricas del Acta de “independencia” del 20 de julio de 1810 (que tanto “celebramos”), que reconoce la autoridad real del colonialista español?

¿Por qué Mompox fue la primera ciudad que declaró la independencia absoluta de España el 6 de agosto de 1810, y no es ésta, la fecha de conmemoración de la independencia?


La verdadera independencia, contrapelo ideológico de los dueños del poder bicentenario

Indistintamente se viene celebrando a lo largo y ancho de Latinoamérica, el bicentenario de la gesta independentista, asumida desemejantemente en su significado y trascendencia por los diferentes sectores sociales, según sea su naturaleza de clase, y no sería para menos, dadas las consecuencias históricas de allí derivadas.

No podríamos hacer referencia a tan magno acontecimiento, sin precisar a la luz de lo acaecido, los pormenores de lo que fuera  tamaño acaecimiento.

La revolución de independencia, a contrapelo ideológico de los dueños de este poder bicentenario germinado del usufructo libertario de nuestros pueblos, se inicio con las insurrecciones indígenas de Cusco y alto Perú,  lideradas por Tupac Amaru y Tupac Katari, pero originalmente en nuestra tierra, por la concurrencia de mestizos, peones, indios, esclavos conducidos por José Antonio Galán, en la mayor hazaña que se tenga noticia en nuestros suelos.

Ahogadas en sangre, vilipendiadas y traicionadas las banderas emancipadoras: libertad de los esclavos,  devolución de las tierras a los indígenas, abolición de privilegios, especialmente los de sangre, reparto de las tierras realengas, eliminación de impuestos, plena soberanía, entre muchas otras, fueron leña al fuego, del espíritu libertario que recorrió nuestros pueblos, encauzados por quienes estaban en condiciones, acorde al nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y de su desarrollo espiritual, circunstancias estas determinantes y congruentes a las contradicciones surgidas en este período histórico de las distintas clases en pugna. 

Análisis inconexos,  celebraciones fastuosas, patrioterismo y exaltación mítica de personajes y no de los pueblos, ha sido característico de elucubraciones  ahistóricas, subjetivas y terciadas que pululan oficialmente, sin desmenuzar objetivamente las contradicciones que revelan el vacilante comportamiento de las clases, de no pocos líderes y de no pocas de sus actuaciones. ¿Cuáles son las explicaciones socio históricas del Acta de “independencia” del 20 de julio de 1810 (que tanto “celebramos”) que reconoce la autoridad real del colonialista español?, ¿Por qué Mompox fue la primera ciudad que declaró la independencia absoluta de España el 6 de agosto de 1810, y no es ésta, la fecha de conmemoración de la independencia?

Con el Marxismo se devela científicamente el transcurrir histórico

Se denosta del Marxismo[1], pero es a la luz de él, que se devela científicamente el transcurrir histórico de la humanidad. La interdependencia de los factores superestructurales con los estructurales, es decir, con las formas económicas o modos de producción, constituyen  leyes ineludibles del movimiento y dinámicas sociales, que encarnan la prospección de la realidad, siendo instrumentos útiles e imprescindibles en la comprensión de una determinada sociedad. Las distintas expresiones espirituales de la sociedad o superestructura: ideología, arte, moral, religión, política, filosofía, ciencia,  etc., que se transmiten y socializan a las generaciones venideras, son entonces, continuaciones de la estructura, reflejos de ésta en el plano de la conciencia individual y social.  Los “héroes”, las gestas y dinámicas sociales no surgen por casualidad, sino son el resultado del desarrollo de las contradicciones de clases en la sociedad. Los procesos libertarios y emancipadores latinoamericanos fueron y son producto de sus concretas condiciones materiales y espirituales.

La caracterización social de los antiguos territorios del Virreinato de la Nueva Granada, tal como estaba constituido el Estado colonial, acorde a formas jerárquicas de organización económica, política, social, y urbanística discriminatorias, estaba cimentado en el domino aristocrático del invasor español y de su nativa descendencia criolla (con limitada proporción, generadora de contradicciones paulatinamente antagónicas en la medida de su desarrollo e intereses que explican su vacilación, pero igualmente su situación histórica ventajosa por su ubicación económica y social para canalizar las pugnas y contradicciones), quienes administraban en nombre del rey y del imperio, las minas, haciendas y comercios; fundaron las diversas instituciones sobre la que se consolidó su poder económico, al igual que, instituciones educativas manejadas por la iglesia con el objeto de formar las generaciones de nuevos regentes, con lo que se reforzaba igualmente su poder espiritual y cultural sobre el conjunto de la población sometida, tal como lo expresa Yepes 2007:

“… La vida cultural también se manifestó a través de instituciones educativas (controladas por la Iglesia), arte y festivales religiosos, periódicos, expediciones científicas, la creación de una dieta nueva y variada, la producción arquitectónica, una rica tradición de leyendas orales y una producción literaria basada en la crónica y en la poesía. En paralelo con la estructura social, los virreinatos españoles en América tenían pocas instituciones educativas para el pueblo en general, pero establecieron desde muy temprano prestigiosas universidades para los españoles y los criollos, los futuros administradores….”[2].

Los   mestizos, indígenas  y negros, constituían la mano de obra, siendo estos últimos esclavizados execrablemente, para los que eran preparados, convertidos y cristianizados, misión educativa exclusiva de formación del estado colonial, que garantizaba la perpetuación de la explotación y dependencia. Las contradicciones de estas clases entre sí,  aunque no antagónicas, inherentes a la formación económico social vigente, de disperso, igualmente papel en la actividad económica, conllevaron a  restringidas formas de comprensión de su propia realidad, limitadas respuestas ideológicas y políticas, reducidas formas de organización y unidad, pese a representar la contradicción principal entre opresores y oprimidos. De ahí su dinámica y resultados. Las revoluciones de independencia sirvieron a la aristocracia criolla conformada por terratenientes, hacendados, comerciantes. Erigieron su estado opresor a imagen y semejanza del colonial,  establecieron sus leyes e instituciones que les interesan; muy poco se erigió para los oprimidos, que tendrán para sí mismos que construir, un estado, unas instituciones, un mundo nuevo.  

Colombia, neocolonizada a merced del poder imperial Estadounidense y burgués terrateniente, se ensaña contra los colombianos y el poder mediático e ideológico, educativo y cultural, sirven para la opresión y el engaño.  Las siete bases militares conferidas  al imperio son una afrenta más de la oligarquía y una amenaza para la paz. Hoy celebramos los doscientos años de una lucha que no cesa por la verdadera independencia y la eliminación de toda clase de opresión y sojuzgación. Las condiciones objetivas han cambiado radicalmente, las huestes de obreros, campesinos, indígenas, afro descendientes, pequeños y medianos comerciantes, artesanos e intelectuales y todos los integrantes del común tenemos historia, un acervo ideológico, experiencias político organizativas y correspondientes a ellas, las nuevas gestas no serán fallidas. Las conclusiones basadas en las leyes históricas, aunque complejas, son claras. No podían ser los sectores aristocráticos criollos los libertadores del pueblo mestizo, indígena y esclavo. Las clases oprimidas, no tendrán otro camino sino su propia redención.

Mostremos el camino de una autentica independencia y de la lucha por una sociedad sin amos ni señores

La educación, que constituye el fundamento social humano sin la cual no lograríamos llegar a serlo, se constituye en herramienta para la comprensión científica de nuestra historia. Ser humano es una construcción social que no debemos dejar en manos del oscurantismo. No hay nada en el proceso de desarrollo esencial en el hombre que no tenga que ver con este producto social ni con la transmisión de las experiencias, conocimientos, acerbos culturales de generaciones anteriores  a las nuevas,  son las formas de preservación y garantía de su desenvolvimiento futuro. Son los mecanismos sociales hereditarios construidos para su sostén individual y salvaguarda colectiva.

El interés primordial de cambiar las condiciones subjetivas de atraso y dominación cultural, ideológica y política amerita una revolución educativa y cultural cimentada en la ciencia, es el preámbulo de la autentica gesta emancipatoria. La educación recorre como lo expresara Lenin, toda la existencia humana. Es  una necesidad eterna de la especie. La historia describe este movimiento a través de las leyes de regularidad de los fenómenos históricos, de la prioridad del ser social sobre la conciencia social, la correspondencia entre las fuerzas productivas  y las relaciones de producción, la correspondencia entre la base económica y la superestructura, la lucha de clases, la relación dialéctica entre los individuos y las colectividades[3], entre otras. Ella misma, la educación, es el reflejo de su dinámica y acrecentamiento. Representa igualmente, de modo particular las cualidades más elaboradas desarrolladas en común por sectores, grupos, clases, no ajenas a sus intereses, pugnas, luchas, de modo que enuncian de manera activa y mediata su mundo,  impresiones,  conceptos, teorías,  ideologías, conocimientos, necesidades... Valga decir, es el resultado de una conciencia social determinada como producto de su interacción con el mundo objetivo y su particular construcción histórica progresiva de sociedad. Por tanto, representa a las clases, sectores de clases o intereses de clases allí expresados.

La educación en general, como particular en el caso concretamente colombiano, es el resultado en cada trayecto, del ser social histórico que se desarrolla en continua lucha. La lucha por una educación clasista, nacional científica y popular sigue vigente. Mostremos el camino de una genuina independencia y de la lucha por una sociedad sin amos ni señores. Este ha sido y es nuestro derrotero.

Gmm


[1] Marx, Karl. Critica de la Economía Política. Siglo XXI editores. Biblioteca del Pensamiento Socialista. Pág. 5,6. Prólogo:...En la producción social de su existencia, los hombres establecen determinadas relaciones, necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a un determinado estadio evolutivo de sus fuerzas productivas materiales. La totalidad de esas relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se alza un edificio (Uberbau) jurídico y político, y a la cual corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material determina (bedingen) el proceso social, político e intelectual de la vida en general. No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino, por el contrario, es su existencia social lo que determina su conciencia… Ver:
[2] Yepes, Enrique. La Época Colonial en América Latina. Artículos sobre América Latina. Feb de 2007. http://www.bowdoin.edu/~eyepes/latam/colonia.htm . eyepes@bowdoin.edu
[3] Rojas Galarza, Carlos.  ¿Para qué el aprendizaje de la historia? Artículo PDF. La Cantuta. Perú. 2010.

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