viernes, 23 de julio de 2010

La Educación Forjadora de Identidad Nacional



Lucero Lozano Culma[1]
 Ilustración R.P.N.E. Postal que circuló en Colombia con ocasión del Centenario de la Independencia. Bogotá ante el Bicentenario. Academía Colombiana de Historia. BOLETÍN DE HISTORIA Y ANTIGÜEDADES – VOL. XCIII No. 832 – MARZO 2006.

“Si sabemos de dónde venimos es más fácil saber hacia dónde vamos y ese es un reto para nuestro  bicentenario”

Este año 2010 diversas naciones latinoamericanas celebran el Bicentenario de su Independencia, gesta que les dio cohesión, identidad y soberanía pero que de cara al futuro les impone retos.
Generalmente se considera importante que los pueblos conozcan su historia, porque los que no la conocen están condenados a repetirla; pero más allá de ésta sentencia, el problema radica en que todo presente es lo que es solo por el pasado y nadie puede saber su realidad de hoy sino desentrañando su ayer, que le permitirá la comprensión de su presente y la proyección de las tendencias de su mañana. Desde esta perspectiva, es importante generar y ofrecer espacios de discusión y análisis de la historia, pues ellos pueden conducir a dilucidar las causas de nuestra problemática social, el origen de la violencia, la crisis de las instituciones políticas, nuestro atraso tecnológico y científico y las razones de la pobreza, la exclusión y la injusticia social.
Este año se proyecta hacia la conmemoración del Bicentenario de la Independencia en función de reconstruir nuestra memoria histórica, reconociendo nuestra identidad y diversidad y contribuyendo en el desarrollo de la conciencia crítica de la sociedad. Porque retomar la historia como disciplina de ciencia y forma de pensamiento específico, permitirá aproximarnos al conocimiento de la sociedad, y en esta medida a la búsqueda de su transformación.
A través de la educación, los maestros tenemos la tarea de concientizar a los jóvenes de la trascendencia de esta celebración. En el marco de los festejos del Bicentenario de la Independencia, el gran desafío actual, histórico, es elevar la calidad de la educación, tarea que involucra tanto a autoridades educativas, como a maestros, alumnos y padres de familia. A través del proceso mismo de la educación los jóvenes se forman como ciudadanos, se da el arraigo social a partir del cual se estructura la identidad cultural de una sociedad. Es por lo tanto, el proceso educativo no solo un instrumento de movilización social sino también una oportunidad que tienen nuestras naciones para consolidar el sistema cultural de sus pueblos.
La necesidad de rescatar la cultura, nuestra cultura, nos hace repensar en la forma en que aprenden nuestros educandos y en la forma en que enseñamos los maestros.  Como seres históricos que somos, el arte de hacer memoria es fundamental para la reconstrucción de la identidad; recordar de dónde partimos y qué queríamos es una excelente manera de profundizar en la comprensión de quiénes somos hoy y hacia dónde nos dirigimos.
En este sentido, es valida la afirmación de Calderón (2010)[2] cuando dice:
     No hay independencia verdadera sin educación. En estos 200 años queda claro que no basta dejar de estar sujetos formalmente a una potencia extranjera. Somos dependientes si no podemos marcar nuestro propio rumbo. Somos dependientes si no tenemos con qué: un país que no sea productivo, saludable y ordenado caerá irremediablemente en la esfera de control de poderes ajenos. Una nación de valientes no alcanza para ser un país independiente: enfrentar una invasión se hace con armas y decisión, pero ser independiente sólo se logra si hay ideas propias, si se entienden los propios derechos, si se puede expresar públicamente lo que uno piensa.
Por ello, es importante hacer referencia al reconocimiento de las diversidades culturales tanto de nuestro país como de nuestra región, pero una diversidad que no solo hace alusión a las indígenas y afrocolombianos, sino a la población en general. El bicentenario es la oportunidad para incluir y abordar desde nuestras áreas y materias distintos tópicos que resignifiquen acontecimientos históricos, políticos, económicos y sociales, que ciertamente fueron consolidando nuestra identidad cultural y que por ello deben ser objeto de nuestras intervenciones y acciones educativas.
Es también, la oportunidad de resaltar la labor de aquellos protagonistas invisibles, que por su escasa relevancia social, no figuran en la memoria escrita como próceres ilustres, son ellos: los indígenas, los esclavos (afros) y los campesinos, que con su espíritu guerrero coadyuvaron al nacimiento de un nuevo Estado. Es por ello, que en los diversos actos culturales no solo se hace reconocimiento al liderazgo de próceres como Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander, Antonio Nariño, Camilo Torres, Francisco José de Caldas, sino también a aquellos que fueron el apoyo incansable y que dieron hasta su vida por el sueño de libertad.  En este sentido, el gran sueño de Bolívar, no fue solo su sueño, fue el sueño de miles de colombianos, quienes aun seguimos esperando que se haga realidad.
Pero, recordar no solo a los próceres que labraron la independencia y dejar que el paso del tiempo no borre la historia de lucha y de aspiraciones de igualdad y libertad, no basta. América Latina padece siglos de olvido, de atraso y se dependencia que la mantienen sumida en el subdesarrollo.
Nuestros jóvenes que día a día buscan en los rezagos memorísticos, las huellas que los hagan sentirse dignos de pertenecer a un Estado Independentista ven como se diluyen esos ideales, cuando el mismo gobierno vende su patria a otros países por migajas. Qué esperamos de nuestros niños y jóvenes, futuras generaciones, cuando en los medios masivos de comunicación solo nos venden productos extranjeros, cuando nuestro comercio esta invadido por mercancías made in USA, made in China, made in Japón, etc.  En nosotros, compañeros docentes, esta el de reconstruir la memoria perdida, para que nuestros jóvenes sean los forjadores de un futuro digno e igualitario, con oportunidades para todos.
Otro espacio en el cual, la escuela es protagonista y constructora, y que es a la vez un gran desafío y reto para el docente, es el de propiciar en el aula un espacio democrático de interculturalidad.  En este contexto, la interculturalidad se presenta como un camino para construir una sociedad que favorezca el diálogo abierto, sincero y fructífero entre los diversos mundos culturales.
Se hace referencia a promover una mirada a la diversidad cultural de nuestro país, de nuestra región; en este sentido, el Bicentenario es la oportunidad para abordar desde nuestro quehacer interdisciplinario docente, distintos tópicos que rescaten acontecimientos históricos de diversa índole, que ciertamente fueron consolidando nuestra identidad cultural y que por ello deben ser objeto de nuestras intervenciones y acciones educativas. A partir de ello, podemos generar en nuestros proyectos, distintos interrogantes que nos faciliten tanto la construcción como la adquisición de contenidos relevantes y significativos para la comprensión de nuestra historia.
Por lo anterior, la construcción de la nacionalidad requiere del reconocimiento de nuestra cultura y eso solo se logra, si se tiene claro el devenir de los pueblos, de la reafirmación de nuestra identidad a partir del reconocimiento de aquellos que protagonizaron episodios significativos en el proceso de independencia, pero también de aquellos que por siglos han luchado por su supervivencia y reconocimiento.
A propósito del Bicentenario, es la oportunidad que tenemos los docentes, para desde la escuela, rescatar y forjar identidad en nuestros educandos, pues si sabemos de dónde venimos, es más fácil saber hacia dónde vamos. Ese es el  reto.



Lucero Lozano Culma


[1] Licenciada en Ciencias Sociales. Especialista en Desarrollo Social y Participación Comunitaria. Candidata a Magíster en Territorio, Conflicto y Cultura. Integrante ESPACIO TIEMPO EN SOCIEDAD – Grupo de Investigación en Didáctica de las Ciencias Sociales.
[2] David Calderón (2010), Bicentenario y educación. En: www.mejicanosprimero.org

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | JCPenney Coupons