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Durante años, la herramienta del debate ha sido el eje de la enseñanza de las ciencias sociales, especialmente en los grados superiores, pero ¿qué tal si se usara en los grados primaria o para la clase de matemáticas? Muchos docentes piensan en el debate como un ejercicio simple, en el que las reglas pocas veces cambian, tornándose monótono cuando se trata de utilizar a menudo. Sin embargo, existen diversos estilos de debate y variadas formas de transformarlo en algo más que una conversación animada.
Debate Lincoln - Douglas, el "clásico"
Este es el debate clásico conocido como "uno a uno" o "Lincoln-Douglas", en honor a los dos primeros hombres que lo sostuvieron, Abraham Lincoln y Stephen Douglas, senadores de Estados Unidos quienes se enfrentaron en las elecciones presidenciales de 1858. En aquel momento histórico, estos dos hombres se enfrentaron en una serie de siete debates alrededor del tema de la esclavitud, cuando este país decidía si abolir esta práctica o no. En el día de elecciones, Douglas salió ganador en las urnas, pero la posición sobre el tema de la esclavitud que Lincoln expuso en sus debates le otorgó gran reconocimiento político, que lo llevó finalmente a convertirse en presidente de Estados Unidos en 1860.
Desde entonces, es tradición que los dos candidatos finales a la presidencia de este país se enfrenten en una serie de debates en los que la metodología a seguir consiste en un enfrentamiento uno a uno, en el que dos opiniones sobre un mismo tema son debatidas. Se inicia con una afirmación o declaración, por ejemplo, "el uso de uniformes no debería ser mandatorio en los colegios", y la persona que está a favor del argumento inicia el debate, siguiendo este esquema:
- El defensor presenta sus ideas o argumentos durante seis minutos.
- Quien está en contra hace preguntas o cuestionamientos acerca de los puntos expuestos anteriormente, durante tres minutos.
- Ahora, el atacante expone sus argumentos durante siete minutos.
- El defensor hace preguntas sobre los argumentos anteriores, durante tres minutos.
- El defensor refuta los argumentos del atacante durante cuatro minutos.
- El atacante refuta los argumentos de su compañero durante seis minutos.
- Finalmente, el defensor hace su refutación concluyente durante tres minutos.
En general, los participantes en un debate tipo Lincoln-Douglas no conocen el tema sobre el cual se debatirá sino minutos antes de iniciarse el encuentro. Cada uno tiene tres minutos para preparar sus argumentos antes del "cara a cara".
Además de este modelo clásico, existen diversas formas de adaptar este tipo de debate al salón de clase y hacerlo más atractivo para los estudiantes y más inclusivo. A continuación algunas de ellas.
Pueden formarse grupos que defiendan o ataquen una afirmación o posición. Divida su salón de clase en grupos de seis personas. Cada grupo tendrá la misión de representar un lado de la discusión, los defensores o los atacantes. Para que todos los seis estudiantes participen igualmente, cada miembro del grupo tendrá una responsabilidad específica basada en el formato Lincoln Douglas (arriba explicado). Además, cada grupo asignará a alguno de sus estudiantes los siguientes roles:
- Moderador. Llama al orden durante el debate. Anuncia el argumento o afirmación a defender o atacar y anuncia también el rol de cada uno de los participantes antes de su intervención.
- Líder del debate o constructor. Este personaje presenta los puntos o argumentos principales de su equipo.
- Cuestionador o examinador. Esta persona se encarga de hacer preguntas que cuestionen la posición del equipo contrario.
- Vocero ante preguntas. Se encarga de tener en cuenta todas las preguntas realizadas por el otro equipo y tratar de dar respuesta o bien sondear a sus compañeros para saber quién puede tener la respuesta.
- Refutador. Responde tantas preguntas como sea posible dentro de las que se planteen en la primera ronda de cuestionamientos y preguntas.
- Sumarista. Cierra el debate concluyendo los argumentos de su equipo, tratando de hacer visibles los vacíos argumentativos del equipo contrario.
Otras estrategias para aumentar el debate
Estrategia de las tres tarjetas. Esta técnica puede ser usada como una estrategia pre-debate para ayudar a los estudiantes a conseguir información acerca de los temas que podrían tratarse, teniendo en cuenta que una de las reglas del debate clásico es que los participantes no conocerán el enunciado a defender o atacar sino hasta minutos antes del inicio de la actividad.
El docente proporcionará a cada estudiante dos o tres tarjetas en las que estarán escritas las palabras "comentario" o "pregunta". Cuando el estudiante desee participar en la discusión levanta alguna de sus tarjetas y una vez finalice su intervención entregará la tarjeta usada al maestro.
Este modelo ayuda, por un lado, a que los estudiantes piensen muy bien antes de usar sus tarjetas y, por lo tanto, elaboren mejor sus argumentos, y por otro permite a todos los estudiantes participar en la discusión, que de otra forma podría verse monopolizada por quienes usualmente participan o conocen más de los temas tratados en la clase en general.
Conteo de participación. Similar a la estrategia de las tres tarjetas, la estrategia del conteo ayuda a los estudiantes a monitorear su participación, para que nadie monopolice el debate. En esta estrategia los estudiantes levantan la mano cuando desean decir algo. Cuando alguien decide levantarla por segunda vez, deben hacerlo con el dedo índice apuntando hacia arriba, de modo que los demás sepan que se trata de su segunda intervención. Cuando alguien quiera participar por tercera vez, debe levantar su mano con dos dedos extendidos, para que los demás sepan que se trata de su tercera intervención. Si alguien desea participar por cuarta vez, debe esperar hasta que nadie más desee participar o todos hayan participado más de tres veces.
Estrategia "ponchado". Esta estrategia está pensada para motivar a los estudiantes a aprender acerca de un tema antes del debate o también puede usarse como cierre de un debate formal. Cada miembro del equipo (máximo 5 estudiantes) representa un lado de la cuestión debatida. A cada equipo se le da un tiempo límite para exponer sus argumentos, por ejemplo, 5 minutos. Cuando es el turno del equipo, uno de ellos pasa en representación del resto y habla durante un minuto, terminado el minuto, el estudiante "pasa el turno" a otro de sus compañeros, para que al final cada uno haya hablado un minuto. Si algún miembro del equipo desea exponer su argumento y tomar su turno, puede levantar la mano para que su compañero sepa. Nadie puede usar dos turnos y todos deben hablar al menos una vez.
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