No podemos quedarnos aislados en cada aula, cabaña o fortaleza de la univocidad, sin hábitos científicos y espacios reducidos de comprensión limitada de la realidad
El desafío para la educación en Colombia es inmenso y estar a la altura de nuestro tiempo debe ser la prioridad
Auditorio Mayor de la Academia Ut.
Se celebró el Primer Simposio Nacional e Internacional de Redes Académicas e Investigación en Ibagué este martes 26 de noviembre, en una apuesta juiciosa por cambiar el enfoque tradicional de la educación en nuestro territorio con extensión regional, nacional e internacional, organizado por la Secretaría de Educación Municipal y la Universidad del Tolima.
“Fortalecer la producción de conocimiento” desde proyectos investigativos y propuestas didácticas que logren la participación activa de los docentes en redes académicas y semilleros de investigación, propósito de este gran evento, con la pretensión de consolidar procesos formativos, tanto a nivel docente, como de los estudiantes en las instituciones educativas urbanas y rurales, además, de abrir “espacios dinámicos de interacción de saberes” a partir de diálogos y encuentros académicos.
Importante fue la participación de investigadores invitados de renombre nacional e internacional quienes compartieron con los profesionales de la educación del municipio y del departamento del Tolima, estudiantes universitarios de diferentes modalidades, sus saberes, investigaciones y experiencias.
Avanzar, como lo expresó el doctor Juan Guillermo Masilla Sepúlveda (Chile), uno de los expositores internacionales, en unir la pedagogía, tanto en la enseñanza desde la educación media y universitaria con la investigación científica, fortalezas para una nueva educación, que avizore un panorama convertido en reto constante para la descolonización del saber.
La búsqueda de una educación para la paz, logró un espacio de disertación en las palabras del Dr. José Javier Capera, desde Panamá, quien abordó las perspectivas siempre inherentes al campo de la formación y la pedagogía en el ámbito escolar, hoy comprometidas con relatos de aculturación, desinformación, acoso sexual y violencias que persiguen a nuestras sociedades; poder repensar la educación hacia la paz para buscar rutas integrales de formación.
Doctora Diana Karina Rojas, docente IET Boyacá, una de las ponentes
Las ponencias en las 4 mesas temáticas, lograron volver a visualizar algunas prácticas didáctico pedagógicas de muchas, que se esconden en los silencios de un saber que está ahí y se desarrolla en cada aula y que calla, privándonos de lo mejor del conocimiento y el saber, pero que clama como un volcán a punto de estallar.
El Primer Simposio realizado, es apenas el comienzo, un espacio para interacciones compartidas de talentos, saberes enraizados en cada uno de los protagonistas, desde la escuela rural más lejos, carente de todo, hasta la urbana, acosada por el hambre, la deserción, la violencia y la exclusión. Es la apertura no sólo para mirarnos por dentro, sino también un faro de luz en medio de la oscuridad de la mediocridad y la arrogancia, del sin sentido y la proliferación de lo vacuo, la desprofesionalización y la intolerancia muchas veces consentida desde los más oscuros rincones del poder.
El desafío para la educación en Colombia es inmenso y estar a la altura de nuestro tiempo debe ser la prioridad. Los esfuerzos gubernamentales, aún muy lejos de cubrir las necesidades educativas que permitan redescubrir el territorio, la cultura, la historia, nuestro propio andar y nuestras realidades, son verdaderos desafíos para una educación que priorice el conocimiento profundo de la realidad y nos permita ser gestores, no solo de conocimiento y saberes, sino de poder aplicarlos y replicarlos en la solución de las más ingentes necesidades de nuestros pueblos.
No podemos quedarnos aislados en cada aula, cabaña o fortaleza de la univocidad, sin hábitos científicos y espacios reducidos de comprensión limitada de la realidad. Los esfuerzos por estar al día en la práctica pedagógica científica deben ser liderados no solo desde la universidad, sino desde la educación preescolar, primaria y secundaria. Convertir los centros educativos en verdaderos focos de producción de conocimiento debe ser la constante. Masificar los semilleros de investigación en la educación es un objetivo estratégico e histórico de la Universidad del Tolima, que por fin empieza a dar sus frutos y deben convertirse en prototipos básicos para ampliar los horizontes de una nueva visión de educación.
Guillermo Molina Miranda
Filósofo, educador.
Editor Revista Emancipación
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