El poder de los patrones que guían nuestro pensamiento
¿Podría ser la creatividad algo tan sencillo como seguir unas patrones? En 1914 el psicólogo Wolfgang Köhler se embarcó en una serie de estudios con chimpancés y su capacidad para resolver problemas. Él documentó la investigación en su libro La mentalidad de los simios (The Mentality of Apes). En un experimento, se cogió una chimpancé recién nacido y se le colocó en una jaula aislada, antes de que tomara contacto con otros chimpancés. La llamaron Nueva.
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Tres días más tarde, los investigadores colocaron un pequeño palo en la jaula. Curiosamente, Nueva cogió el palo, rasguñó el suelo y estuvo jugando con él brevemente. Después perdió el interés y dejó caer el palo.
Diez minutos más tarde, se colocó fuera de su jaula un tazón con fruta, justo fuera del alcance de Nueva. Ella extendió la mano entre los barrotes de la jaula hasta donde pudo, pero fue en vano. Ella trató e intentó, gimiendo y profiriendo gritos de desesperación. Por último, se dio por vencida y se echó sobre su espalda, frustrada y desanimada.
Siete minutos más tarde, Nueva detuvo de repente sus gemidos. Se sentó y miró el palo. A continuación, lo agarró, y extendiendo su brazo fuera de la jaula colocó el extremo del palo directamente detrás del tazón de fruta. Y arrastró el cuenco lo suficientemente cerca para llegar hasta la fruta con su mano.
Köhler describió su comportamiento como de "firme propósito". Köhler repitió la prueba una hora más tarde. En el segundo ensayo, Nueva pasó por el mismo ciclo que antes, mostrando impaciencia por llegar a la fruta, pero su frustración no podía hacer nada, y la desesperación la llevó a renunciar temporalmente, aunque le llevó mucho menos tiempo usar el palo. En todas las pruebas posteriores, ella ya no se sentía frustrada y dejó de dudar. Únicamente esperaba ansiosa con su pequeña innovación en la mano.
A los tres días de edad, Nueva creó una herramienta con una patrón de muy honrosa creatividad, una de las muchas utilizadas por los primates, incluyendo al hombre, desde hace miles de años. Qué patrón: el uso de objetos cercanos para resolver problemas. Una vez que ella vio el valor de este enfoque, Nueva comenzó a utilizarlo una y otra vez.
Los patrones juegan un papel vital en nuestra vida cotidiana. Nosotros lo llamamos hábitos y, como suele decirse, de hecho ‘somos animales de costumbres’ (o el hábito hace al hombre). Los hábitos simplifican nuestras vidas activando pensamientos y acciones conocidas como respuesta a una información y situaciones conocidas. Esta es la forma en que nuestro cerebro procesa el mundo: organizándolo en patrones reconocibles. Estos hábitos o patrones nos conducen a través de las acciones diarias, el desayuno, la ducha, ir al trabajo ... Debido a ellos, no tenemos que gastar tanto esfuerzo la próxima vez que nos encontramos con la misma información o al encontramos en una situación análoga.
Sin siquiera pensar en ellos, aplicamos dichos patrones para nuestras convenciones y rutinas cotidianas. Pero ciertos patrones conducen a resultados no convencionales y sorprendentes. Recordemos especialmente aquellos patrones que nos ayudan a resolver problemas. Los patrones que nos ayudan a hacer algo diferente son valiosos. No queremos olvidarlos, por lo que los identificamos y "codificamos" en patrones repetitivos llamados plantillas. Se podría decir que una plantilla es un patrón conscientemente usado una y otra vez, para lograr resultados que sean de lo más novedoso y poco convencionales, tal como la primera vez que fueron utilizados.
Incluso los chimpancés, como la bebé Nueva, pueden seguir estas plantillas una vez que comprueban su valor. Ella utilizó el palo para recuperar la fruta. Su plantilla se convirtió en "usar objetos cercanos para nuevas tareas". De hecho, los simios son bastante buenos con esta plantilla en particular, como intuitivamente hizo Nueva, tanto que constantemente utilizan objetos en su entorno con fines no convencionales. Por ejemplo, colocan palos dentro de los hormigueros para que las hormigas correteen por el palo y comerlas más fácilmente. La investigación del Dr. Köhler demostró que los simios no sólo encuentran soluciones novedosas indirectas, sino que también superan su tendencia habitual a utilizar enfoques directos. Digamos que "rediseñan" su forma de pensar. Generalizan el patrón de manera que se convierte en utilizable en una variedad de escenarios.
Los patrones aumentan nuestra producción creativa, no importa de dónde estamos partiendo en la escala de creatividad.
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Imagen: creatividad, ilustración anónima.
- Autor: Drew Boyd es co-autor en Inside the Box: A Proven System of Creativity for Breakthrough Results. Es director ejecutivo del Master of Science in Marketing Program y profesor asistente de Marketing e innovación en la Universidad de Cincinnati.
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