jueves, 27 de mayo de 2021

ACLARAN QUÉ SUCEDIÓ EN EL PRIMER MICROSEGUNDO DEL BIG BANG

Científicos aclaran qué sucedió en el primer microsegundo del Big Bang

Astrofísicos de Dinamarca han descubierto lo que ocurrió con la primera materia del universo hace unos 14 mil millones de años.

Imagen ilustrativaPixabay / geralt

Investigadores de la Universidad de Copenhague han investigado lo que sucedió con un tipo específico de plasma, la primera materia presente en el universo, durante el primer microsegundo del Big Bang, explica un comunicado de la universidad.

El modelo cosmológico generalmente aceptado del Big Bang asume que el universo comenzó a expandirse a partir de lo que se conoce como una singularidad, es decir un punto de compresión de materia infinitamente densa y caliente. Hace unos 14.000 millones de años este punto se expandió radicalmente en un proceso llamado Big Bang.

Aunque se sabe que esta rápida expansión creó partículas, átomos, estrellas, galaxias y la vida como tal como la conocemos hoy en día, los detalles del proceso aún se desconocen. Ahora un nuevo estudio publicado en la revista Physics Letters B arroja luz sobre los primeros instantes del origen del universo. En particular, los científicos se centraron en la sustancia denominada plasma de quarks-gluones, que era la única materia que existía en el primer microsegundo después del Big Bang.

"En primer lugar, el plasma compuesto de quarks y gluones se separó por la expansión a muy altas temperaturas del universo. Luego, las partículas de quark se transformaron en los llamados hadrones. Un hadrón con tres quarks produce un protón, que es parte de los núcleos atómicos. Estos núcleos son los bloques de construcción que constituyen la Tierra, a nosotros mismos y el universo que nos rodea", explica You Zhou, profesor asociado del Instituto Niels Bohr, de la Universidad de Copenhague.

Así, el plasma de quarks y gluones persistió los primeros 0,000001 segundos del Big Bang, después de lo cual desapareció debido a la expansión.

Los científicos pudieron reproducir los primeros momentos de la formación del universo en el Gran Colisionador de Hadrones, que aplastó los iones de plasma a una velocidad cercana a la luz, lo que permitió a los científicos ver cómo el plasma de quarks y gluones se convertía en núcleos atómicos.

Los investigadores también desarrollaron un algoritmo capaz de analizar la expansión colectiva del mayor número de partículas producidas al mismo tiempo hasta la fecha. Gracias a ello, fue posible demostrar que el plasma de quarks y gluones se encontraba originalmente en estado líquido y que solo con el tiempo cambió a estado gaseoso, algo "bastante sorprendente y diferente de cualquier otra materia que conocemos y de lo que hubiéramos esperado", señala el comunicado.

Este pequeño descubrimiento nos permite acercarnos a a la solución de los fenómenos ocurridos durante el Big Bang y el desarrollo del universo. "Nos ha llevado unos 20 años descubrir que el plasma de quarks y gluones era fluido antes de convertirse en hadrones y los componentes básicos de la vida. Por lo tanto, nuestro nuevo conocimiento sobre el comportamiento siempre cambiante del plasma es un gran avance", recalca Zhou.
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Fuente:

martes, 18 de mayo de 2021

VÍA LÁCTEA SE FUSIONÓ CON OTRA GALAXÍA HACE 10 MIL MILLONES DE AÑOS

La Vía Láctea se fusionó con otra galaxia hace 10 mil millones de años

Pablo Javier Piacente


Investigadores estadounidenses e ingleses han definido en forma precisa el momento en el cual la Vía Láctea se unió y como lo hizo: se integró con la galaxia satélite Gaia-Enceladus hace 10 mil millones de años. Para entonces, ya contaba con la mayoría de sus estrellas.

Un nuevo estudio desarrollado en la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos) y la Universidad de Birmingham (Reino Unido) ha determinado con más precisión el momento exacto en el cual la Vía Láctea se unió y la forma en que lo hizo. Fue hace unos 10 mil millones de años, cuando se fusionó con una galaxia satélite denominada Gaia-Enceladus. La evidencia indica que en el momento de la fusión la Vía Láctea ya había formado la mayor parte de sus estrellas.

Al igual que ha sucedido con otras galaxias espirales gigantes en el universo, la Vía Láctea se ha «alimentado» a lo largo de su historia de múltiples choques y fusiones con otras galaxias.

Sin embargo, una de esas alianzas galácticas parece haber sido más significativa: ocurrió hace 10 mil millones de años, cuando nuestro hogar en el cosmos se acopló con Gaia-Enceladus, una galaxia satélite que orbitaba alrededor de la Vía Láctea atraída por su fuerza gravitacional.

De acuerdo a una nota de prensa, la nueva investigación ha logrado comprobar que en el momento de esa fusión gran parte de las estrellas ubicadas en el disco principal de la Vía Láctea ya estaban formadas.

Más allá de esto, la colisión provocó fuertes cambios en las órbitas de las estrellas que se encontraban previamente en nuestra galaxia y, además, sumó nuevas estrellas provenientes de Gaia-Enceladus, que se integraron en el halo exterior de la Vía Láctea.

En el mismo sentido, investigaciones previas lideradas por la Universidad de Cambridge ya habían remarcado en 2018 la trascendencia de la fusión entre la Vía Láctea y Gaia-Enceladus.

Los científicos destacaron en ese momento que el impresionante choque intergaláctico reformó la estructura de la Vía Láctea, dando forma tanto a su protuberancia interior como a su halo exterior.

Edades similares

En la nueva investigación, que fue publicada en la revista Nature Astronomy, los especialistas explicaron que las edades de las estrellas provenientes de la galaxia «intrusa» eran muy similares a las que tenían las estrellas propias de la Vía Láctea en el momento de la enorme colisión, aunque las visitantes eran algo más jóvenes.

Esta condición permitió a los científicos concluir que un gran porcentaje de la composición estelar de nuestra galaxia ya estaba en su lugar antes de la fusión.

Para obtener estos datos, los astrónomos seleccionaron alrededor de 95 estrellas que habían sido observadas a través del telescopio espacial Kepler de la NASA.

Mediante herramientas de astrosismología, los investigadores pudieron acceder al «interior» de las estrellas: con esa información sobre su estructura interna, los científicos son capaces de determinar las edades de cada estrella.

¿La Vía Láctea tuvo un crecimiento precoz?

Los resultados indicaron que aunque tanto las estrellas provenientes de Gaia-Enceladus como las que ya conformaban el disco principal de la Vía Láctea contaban con edades de alrededor de 10 mil millones de años, las primeras eran algo más jóvenes, como se indicó previamente.

Además de confirmar la fecha de la fusión, el descubrimiento podría abrir nuevas investigaciones en torno a la conformación inicial de la Vía Láctea, que podría haberse desarrollado con mucha más rapidez de lo pensado hasta hoy.

Según los expertos, determinar con exactitud la edad de las estrellas es crucial para avanzar en un conocimiento más profundo sobre la formación de las galaxias y la historia del cosmos. Gracias a esos datos, es posible diferenciar el origen de cada estrella, en el marco de las constantes fusiones y colisiones entre galaxias de diferentes magnitudes y características.
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Referencia
Chronologically dating the early assembly of the Milky Way. J. Montalbán et al. Nature Astronomy (2021).DOI:https://doi.org/10.1038/s41550-021-01347-7

Foto:
Recreación artística del disco grueso localizado en medio de la Vía Láctea. Crédito: ESO/NASA/JPL-Caltech/M. Kornmesser/R. Hurt, CC BY 4.0.
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Pablo Javier Piacente: es periodista especializado en comunicación científica y tecnológica.

Fuente:

 
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