La colaboración en el desarrollo profesional docente
Jose M. Luis
“Pero, ¿por qué está ustedes hirviendo una piedra? “Uno de los peregrinos responde: “para que podamos comer una sopa de piedras”. “Debe ser terriblemente insípida” dijo una anciana, “¡pero yo tengo un repollo que le añadirá sabor!” “Y yo, unas zanahorias, ¡que le añadirán color!”, dijo un aldeano. “¡Unas papas!” ofreció otro. Hasta que en breve, con la contribución de un poco por muchos, se creó un delicioso estofado con el que cenaron los aldeanos y los fatigados peregrinos. Y mientras lo hacían compartieron sus cuentos, talentos y camaradería a lo largo de la noche.
Hermanos Grimm, “La sopa de piedra”. (*Citado en Las Tic en las aulas, 2011[1])
El desarrollo profesional es un proceso a través del cual los docentes adquieren capacidades que les permiten desarrollar nuevas estrategias de aprendizaje. Sabemos que la capacitación docente en TIC debe contemplar formación sistemática inicial y permanente, pero además requiere instancias no formales que resultan igualmente enriquecedoras y fundamentales en un mundo que propone cambios y desafíos constantes.
Las experiencias de formación no formales requieren un esfuerzo de actualización, búsqueda, lectura, investigación y práctica tanto individual como colectiva. En este último aspecto la colaboración profesional adquiere un significado crucial.
Hay docentes que tienen vocación innovadora, actitud disruptiva y una enorme capacidad creativa. Muchos de los proyectos que generan estos docentes tienen gran potencial para replicarse por lo que es fundamental documentar la experiencia y compartirla. A partir de ella otros docentes podrán tomarla, resignificarla, contextualizarla, adaptarla y ponerla en marcha en sus aulas.
La colaboración profesional puede darse en dos contextos:
Por un lado el que podríamos denominar “cerrado” o “interno”: implica colaboración intrainstitucional, es decir, al interior del centro educativo. Esta forma de trabajo en equipo puede tener lugar en espacios no presenciales como wikis, sitios, reservorios o portafolios con experiencias documentadas, pero además incluye encuentros presenciales, es decir, reuniones grupales entre los docentes y el coordinador TIC en las que además de compartir recursos, ideas, y experiencias es posible exponer miedos, demandas, dificultades y dudas para recibir respuestas, contención y ayuda. Otro aspecto fundamental de la colaboración al interior del centro educativo es la posibilidad de desarrollar proyectos colaborativos entre aulas y/o transversales al currículum para lo que debe coordinarse el trabajo entre más de un docente.
Otro contexto es el “abierto” o “externo”: implica colaboración con otros docentes pertenecientes a otras instituciones sin límites de tiempos y espacios. Aquí el rol de la web es fundamental porque facilita el encuentro. Existen organizaciones que promueven proyectos colaborativos entre escuelas e instancias de conversación entre docentes como por ejemplo Red Telar en Argentina.
Otros entornos con gran potencial son las redes sociales especializadas y no especializadas:
Facebook y Twitter son dos entornos fundamentales para socializar, compartir y aprender. Existen grupos y páginas temáticas (Facebook) y listas o hashtags (Twitter) que organizan el flujo de contenidos por temas y generan encuentros entre personas con intereses u objetivos afines. Se trata de crear nuestra red de contactos profesionales que nos aporten contenidos relevantes, debates enriquecedores, ideas innovadoras y nos provean feedback a nuestros aportes.
Además existen interesantes opciones de portales y comunidades especializadas. En este caso es la misma red social la que por ser temática aglutina usuarios interesados, especializados y experimentados en los mismos temas. En esta línea Educ.ar, Educared,Docentes Innovadores o IneveryCREA son buenos ejemplos de espacios sociales que reúnen profesores y académicos dispuestos a compartir recursos, ideas, proyectos y opiniones sobre en educación y tecnología, ofreciéndonos múltiples posibilidades de compartir, debatir y aprender sobre aquello que nos interesa.
En ambos contextos lo que se genera es comunidad, y toda comunidad es nada más y nada menos que un grupo de personas que comparten ideas, valores, significados, intereses, objetivos y proyectos. Las comunidades pueden ser más grandes (contextos abiertos) o más pequeñas (contextos cerrados) pero siempre resultan fuente de inteligencia colectiva, colaboración, solidaridad y pertenencia.
Post original publicado en IneveryCREA
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[1] Manso, Pérez, Libedinsky, Ligth, Garzón (2011), Las Tic en las aulas. Experiencias latinoamericanas. Editorial: Paidós. Buenos Aires.
EDUCACION 2.0 | http://www.educdoscero.com | Ana Laura Rossaro
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